Reconocer que nos gusta el sexo. A todo el mundo nos gusta elsexopero, sin embargo, hay personas que se resisten a reconocerlo, porque creen que es algo malo. Estas personas que no pueden aceptar con libertad su inclinación a algo tan natural como elsexodeberían preguntarse qué es lo que les lleva a actuar de esta manera.

Tanto aspectos sociales como individuales pueden hacernos dudar de que sea positivo reconocer nuestra inclinación al sexo. Por ejemplo, en la religión existen prohibiciones y limitaciones a la sexualidad, que son impuestas como condición de pertenencia y fe.
 

¿Por qué nos gusta el sexo? – Curiosity por muchosdocumentales

También hay personas que sienten miedo ante elsexoporque lo ven como una manera de transmitir enfermedades de transmisión sexual (ETS) o de caer en lo que ellos creen que son obsesiones y perversiones.

Además, para evitar el miedo alsexodebemos hacer un enfoque integral de la sexualidad,tal como se define en relación a lo específicamente humano. Enseñar que la sexualidad tiene que ver con el placer, y que el placer está asociado al deseo es una asignatura pendiente en muchos ámbitos educativos.

Por otra parte, el miedo al contagio de enfermedades tuvo su auge con la aparición del SIDA. Con la aparición del HIV también se reavivaron las propuestas de abstinencia que habían sido la tónica de décadas anteriores. Pero se desarrollan también fuertes campañas para el uso de protección que permita vivir la sexualidad con placer, libertad, responsabilidad y respeto por sí y por el otro.

En conclusión, no debemos avergonzarnos de reconocer que nos gusta el sexo, siempre que lo ejerzamos con el debido cuidado y respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás es una buena elección. Lo malo es lo que te perjudica o lo que perjudica a los demás.

Las posturas más fáciles para conseguir un orgasmo. Para muchas parejas tenerrelaciones sexuales equivale a hacer la posición del misionero – con ella debajo o arriba – o el perrito. De esta manera se pierden un montón de sensaciones placenteras en cada coito ya que existen posturas mucho más adecuadas para facilitar elorgasmode una mujer.

Esencialmente hay que decir que todas las posturas sexuales en las que el clítoris femenino tenga más acceso son ideales para lograr un buen orgasmo. No nos olvidemos que la mayoría de mujeres tienen orgasmos clitorianos, con lo que estimular esta parte de su cuerpo equivale a proporcionarles un placer mucho mayor y unorgasmomucho más fácil.
 

Algunas de las posturas que hacen que esto ocurra son las siguientes:

La postura de Walcher, en la que lamujerestá estirada en la cama o en un sillón con el trasero al borde y lospiesapoyados en el suelo mientras que el hombre se sitúa entre suspiernasabiertas arrodillado sobre una almohada.

Sobre la mesa. En esta postura el hombre está de pie, mientras ella está tendida encima de una mesa con laspiernasapoyadas en los hombros de su pareja.

De lado. Cuando los dos miembros de la pareja están situados de lado, siempre el hombre apoyado en la espalda de la mujer, la estimulación del clítoris es muy fácil por parte de ambos, se haga o no la penetración en ese instante.

La tijera. Esta postura sexual es ideal para hombres con un pene de buen tamaño y mujeres flexibles. La penetración se hace de costado, pero ella estira una pierna hacia atrás y la enrosca en la cintura de él. Así el acceso al clítoris es total.