Si hay una noche que para una mujer es inolvidable, esa es la noche de su boda.
Pero en mi caso fue y es inolvidable por muchas razones, más de ocho razones. De novios convivíamos en un apartamento y decidimos  casarnos
Ya de novios, mi esposo me había sugerido en varias ocasiones la posibilidad de tener sexo con otras personas, pero a mí, si bien me excitaba la idea, no me tenía muy convencida..
Para esa noche del 17/11/2008 muy especial me preparé en forma muy especial. Llego ese día
Aquí estaba yo, frente al espejo, recién duchada viendo mi cuerpo desnudo. Rellena, alta, muy bonita y de lindas curvas. Culo redondo y parado, piernas trabajadas y bien depiladas. Mi coño totalmente depilada, se ve muy linda. Me agacho y me miro el culito, casi virgen, rosado, apretadito. Esa noche sería de mi esposo como regalo de bodas. Hasta el momento no me lo había penetrado ningún hombre, solo mis dedos, Me lo acaricio y trato de meter un dedo. Se siente apretado. Que gusto se dará mi marido Cuando siento que la puerta se abre. ¡Me había olvidado de cerrar con llave! Era mi hermana que me venía a preguntar si ya había utilizado el baño. y comienzo a vestirme, siempre frente al espejo.
Me miro de atrás y adelante y me veo muy bella. Encima un ajustador de media copa que lo único que hace es levantar mis senos, dejando el pezón libre. Mi vestido es relativamente corto, a medio muslo y con un escote muy amplio, casi dejan ver el ajustador. Unas medias pantis de nailon blanca hacen mis piernas muy sexy Me coloco los zapatos de tacones. Luego mi hermana me ayudan con el peinado y el maquillaje.
Esa noche estaba realmente impactante putisima y picara.
La ceremonia religiosa fue realmente hermosa y muy emotiva.
Luego la fiesta. Mi esposo estaba radiante al igual que yo.
Luego llega el momento del reparto de las ligas de la suerte y comienzo a quitármelas y mi esposo a colocarlas a mis amigas y parientes.
El padrino de bodas, Juan, íntimo amigo de mi esposo, en broma reclama la bombacha para el padrino. Yo le digo que luego se la entregamos...
Luego los brindis, el baile, la fiesta, las bromas, mucho champán, vino y dulces. Yo estoy muy alegre y algo borracha, por lo que me encontraba bastante desinhibida.
La fiesta, luego de cortar la torta de bodas y haberse retirado los mesoneros llega a su fin.
Aún quedaban varios amigos y amigas en la fiesta. Yo estaba algo embriagado y muy caliente, por lo que voy al baño y me coloco un poco más de crema lubricante en el culo, preparándolo para mi esposo.
Cuando salgo del baño, me encuentro con mi esposo, con Juan y otros el masajista Luis amigo de  de mi esposo. Juan bromeando me dice “la tanga para el padrino”.
Miro a mi esposo y le pregunto “¿se la damos?”. El me dice que sí y yo ya mas lanzada, y frente a Juan  le digo que me la saque él.
Se agacha frente a mí y me mete ambas manos debajo del vestido y trata de desprendes el portaligas. Yo le digo que espere, que es más fácil de lo que piensa y me levanto el vestido permitiendo que me vean mi culo y la tanga. Todos quedan petrificados, incluso mi esposo. Juan lentamente me va bajando el hilo y yo no bajo mi vestido, permitiendo que todos vean mi depilada coño que estaba muy mojada y el clítoris se veía casi de lo inflamado.
Juan toma mi hilo y se la va a guardar en un bolsillo. Sorprendo a todos cuando le digo que así no, que si él me la ha quitado es para usarla, que se la debe poner.
Juan y mi esposo quedan sin poder pronunciar palabra.
Yo me acerco y le desprendo el pantalón. Juan se deja hacer. Se baja el pantalón y se lo saca. Yo me agacho y mi cara queda a la altura de su pija, que se notaba muy dura debajo del bóxer.
La tensión era muy grande. Lo miro a todos y las pijas parecen querer saltar de los pantalones, incluso mi esposo. Bajo los bóxer y la pija de Juan golpea mi cara, yo de boca abierta la quedo mirando y les digo a todos que en ese estado mi hilo no iba a entrarle.
Le subo el bóxer y el pantalón y todos quedan mirándome.
Mi esposo vamos a irnos al apartamento para darte tu regalo de boda  y yo le digo vamos que estoy muy caliente y te tengo tu sorpresa.
Juan no mira y me dice “¿y el padrino?”.
Para sorpresa de todos, incluso mía, mi esposo le dijo “si el padrino nos quiere acompañar... ¿alguien más si deseas unos masajes aquí estoy yo dijo Luis el masajista?”. Si va dijo mi esposo
Llegamos a nuestro apartamento y detrás de nosotros Juan y Luis.
Entramos y mi esposo me carga y para entrar al apartamento y comienza a besar y a tocar el culo y grita que empieces el gam bang Me suelta para desvestirse y es Juan que me toma en sus brazos y me besa y acaricia las tetas.
Luis desde atrás me desprende el vestido. Mi cuerpo le pertenece a los 3. Me meten mano por todos lados. Luis se acerca por atrás con su verga durísima de afuera y me la hace resbalar por el culo, intentando metérmela de atrás. Le digo que no, que ese es mi regalo de bodas para mi esposo, que luego que él lo desvirgue, puede ser que se los entregue al resto. esa verga de luis esta super
Le pido a mi esposo que se acueste en la alfombra y lentamente me meto toda su verga en el culo. Haciendo un árabe Cabalgando sobre su gran verga y con los movimientos hasta que su verga me llena los intestinos. Mientras Luis y Juan me veían y se masturbaban al rato   Me levanto y le comienzo a chupar la verga de mi esposo arrodillada, exponiendo el culo al Luis y Juan eso lo aprovecha Juan se sube encima de mí y me mete su verga  en mi culo sin darme tiempo a reaccionar. Me coge realmente muy fuerte provocando que un orgasmo me llegue en forma violenta. mi coño que estaba deseando recibir una verga adentro. Pensar en eso me excita nuevamente. y Luis aprovecho ese agujero libre así Mientras pasaba todo esto le seguí chupando la verga a mi esposo, estaban demasiado calientes eso tres machos  hago  un intercambio ahora era Luis quien me cogía por el culo y mi esposo por la vagina y se la chupaba a Juan que gloria me estaban dando  los tres al unísona ya estaban por llegar  y me dicen ponte en posición de plegaria  y abro mi boca y me los tres me vuelcan su leche adentro. Mi cara y mi tetas reciben esa descarga láctea tibia Estaba tan cansada que ni opté por bañarme luego de tanta cogida.
Cuando me despierto estaba hecha un asco, el pelo todo pegoteado de leche, igual que la cara, las piernas, el coño y el culo.
Llamo a mi esposo y no me contesta nadie. Me doy un buen baño y voy a la cocina a beber un jugo cuando me encuentro una nota de mi esposo que decía que regresaba a la noche, ya que habían ido a arreglar todo para la luna de miel.