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Uno de los mitos más arraigados en torno a la sexualidad, es que los hombres con los penes más grandes son los que otorgan mayor placer. Es por eso que cientos de varones tienen como fantasía tener un pene grande, casi como el de los actores de cine porno.
La leyenda urbana ha sido desmentida en varias ocasiones, pero son muchos los hombres que sí tienen el miembro de gran tamaño. Desgraciadamente, muchos de ellos y también mujeres ven en él incomodad.
Esto porque un pene grande no asegura toda una noche de placer, y es que si un pene de enormes dimensiones no es bien utilizado, puede convertirse en un arma peligrosa que estropeé las sesiones sexuales.
Para evitar que el placer se vuelva dolor, es necesario el uso de lubricantes, mayor estimulación del clítoris y posturas sexuales que aumentarán el gozo. A continuación te recomendamos algunas de ellas.
Misionero. Con esta clásica posición hay un mayor control sobre la profundidad en el coito.
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Mariposa. Aquí pueden tener control sobre el nivel de empuje, para que no se fuerce demasiado.
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La unión de los amantes. De pie y frente a frente. Esta posición implica menos penetración, pero también menos posibilidades de que se salga el pene.
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El sometido. Mientras el hombre se acuesta, la mujer se coloca encima de él, pero dándole la espalda. Así ella regula la profundidad de la penetración.
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Fusión. Aquí la mujer también se recuesta sobre el hombre, pero de frente y pueden los dos levantarse un poco con los brazos y sin que él haga movimientos, ella puede llevar el ritmo.
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La libélula. Ambos se tienen que recostar, ella debe dar la espalda y él levantarle la pierna que está arriba para poder penetrarla. Así la profundidad será media; pueden llegar a una penetración más profunda, pero deberán tener cuidado para no lastimar.
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La catapulta. La mujer se tiene que apoyar en los muslos del hombre mientras él se encuentra arrodillado esperando a penetrarla. Ella puede flexionar las piernas poniendo los pies en el pecho del hombre o estirarlas. Aquí se elevan las caderas femeninas y la espalda, así se alcanzan grandes sensaciones. Pero la penetración es mucho menos.
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La unión de la abeja. La mujer se tiene que sentar sobre el pene de su pareja; él debe estar sentado y con las piernas desplegadas hacia delante. Así ella controla la profundidad de la penetración, mientras él puede acariciar los senos.
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Amazona. El hombre tiene que estar sentado, mientras que ella se sienta en amazona sobre uno de los músculos de su pareja. Cuando se logre la penetración podrá controlarla contrayendo sus músculos vaginales. El movimiento es limitado y la penetración poco profunda, por lo que ayudara a evitar dolor o incomodidades.
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Lo que se tiene que buscar son posturas con las que se pueda tener control de la penetración. Evita las posiciones sexuales donde exista una penetración profunda; por ejemplo la de “perrito”. Recuerda que la clave es probar hasta que encuentres las que son más adecuadas y cómodas para ambos.
