Fantasia Gay

Muchos Hombres
tenemos frecuentes
fantasías sexuales
de tocarle el
pene o tener sexo oral con alguien
del mismo sexo y darse
satisfacciónes mutuas
(sin penetraciones anales entre ambos)
si alguien se siente identificado con esto
puede tener el alivio de saber
que no es homosexual yo
estoy en búsqueda
de compartir e intercambiar
ideas, terapias etc..
con hombres en la isla de margarita
sin tabues que sientan
las mismas inquietudes de explorar nuevas
experiencias del sexo oral
con personas de su mismo
sexo sin importar
edades ni físicos las personas
que estén dispuestos e interesados
pueden contactarme absoluta
discreción a mi email
luisleon581@gmail.com
Leon Fantasia Gay

yo-con-ganas3.jpg







Características

Edad:
49 Años
Color de Ojos:
Marrones
Estatura:
1,60 mts
Color de Cabello:
Negro
Peso:
70 kg.
Teléfono:
0414-483.14.59 
E-mail:
luisleon581@gmail.com
 
 

me
 
 

::: Fenix Models ::: Modelos, Valencia, Carabobo, Venezuela, Masajes, Vip, Videos, Fotos, Contacto, Masajistas, Compañia, Damas, Chicas, Sexo, Encuentro, Desnudas, Phoenix, Pasión, Intimo y Muchos mas...!
 
BESO NEGRO

FRANCES







   
   
 
ATIENDE A:   HOMBRES MUJERES PAREJAS SHOW LESBI
   

 

 

En Busca de Sexo tu anuncio

pon tu anucio aqui
para chicas y chicos que buscan sexo

Servicios  Eroticos

Para damas maduras

sexo oral de  

fantasias y juegos eroticos 

en la isla margarita 

por el correo drdemasajes@gmail.com

Tenemos gigolos en toda venezuela

 

Necesita pareja para

sexo tienes fantasias

y mas sexo comunicate

con nosotros y te pondremos

en contacto con gente

como tu que busca sexo

lo que necesitas

escribe a este correo

drdemasajes@hotmail.com

no te quedes con las ganas

eres masajista o prepago

comunicate

y te daremos publicidad

aqui esta  la pagina que necesitabas

para aumentar tus

contactos sexuales

pancho y su macana

Pancho de caracas 

en busca de chicas

desididas a pasarla bien

pancho

Prueba la poderosa herramienta

IMG-20130507-00008.jpg

IMG-20130507-00014.jpg

de pancho galan

contactalo a este correo

jodedorcito1957@gmail.com

buen sexo garantizado

Samedi 15 juin 6 15 /06 /Juin 17:56

Me anime a probar el sexo oral con chocolate

1

1a

 

1b

1c

1g

2

2a

2b

2b1

 

2d

2f

2h

 

2j

 

2j1

 

2j2

 

2j4

 

2j6

 

2k

 

2k1

 

3

 

3a

 

3b

 

3d

 

3f

 

4

 

4b

 

 

sobre la mesa de la cocina que estaba detrás de mí, y me bajaste un tirante 
del vestido, mientras me besabas en el cuello; otro beso en el cuello, y otro 
tirante bajado. El vestido cayó al suelo y me quedé sólo con las bragas, muy 
despacio empezaste a descender por mi cuello beso a beso hasta alcanzar mis 
senos, mojaste tus dedos en tu copa de cava y marcaste un circulo alrededor de 
mis pezones que se erizaron ante aquella agradable caricia. Luego con la lengua 
borraste el circulo marcado lamiendo el cava, aquello me excitó y sentí como mi 
sexo se humedecía, la comida afrodisiaca había echo su efecto. Continuaste el 
camino hacía abajo, besando mi tórax, descendiendo hasta mi vientre y de nuevo, 
volviste a mojar tus dedos en el vino, marcaste un circulo alrededor de mi 
ombligo y con la lengua los borraste lamiendo el frío liquido. Suspiré excitada 
y me dejé llevar por las sensaciones. Me hiciste tumbar sobre la mesa de la 
cocina, y cogiendo las bragas por la goma empezaste a quitármelas con lentitud, 
bajándolas por mis piernas tan despacio que el camino se me hizo interminable. 
Te las guardaste en el bolsillo del pantalón, cogiste la copa de vino y echaste 
un poco del frío líquido en mi ombligo. Al sentirlo suspiré excitada y sentí tu 
boca alrededor de mi ombligo bebiendo. Echaste un nuevo sorbo y volviste a 
sorberlo. Otro sorbo más, está vez se escaparon unas gotas descendiendo hacía mi 
sexo, produciéndome una agradable sensación. Sorbiste el jugo y luego con la 
lengua reseguiste la gota que había resbalado hasta llegar a mi sexo. Sentí tu 
lengua rozar mi clítoris, y me estremecí. Te arrodillaste entre mis piernas y 
dejaste que apoyara las piernas sobre tus hombros. Echaste un nuevo sorbo de 
cava sobre mi pubis y descendió hasta mi clítoris, su frescor me excitó, tenía 
fuego entre las piernas pero el húmedo líquido no lo iba a apagar. Acercaste tu 
boca a mi clítoris y lamiste el jugo, gemí excitada y continuaste lamiendo mi 
clítoris, lo mordisqueaste y lo chupaste. Empecé a estremecerme, mientras tú 
lamías y mimabas mi clítoris. Seguiste hasta mis labios mayores, y los lamiste, 
luego lamiste mis labios menores y sentí como tu lengua húmeda se introducía en 
mi vagina, lo que me produjo un nuevo espasmo de placer. Tu lengua comenzó a 
moverse como un pequeño pene, dentro y fuera, fuera y dentro, produciéndome 
oleadas de placer, llenando mi sexo de esa maravillosa sensación que poco a poco 
se esparce por mi cuerpo, de ese calor que sólo tú sabes calmar. Estaba a punto 
de correrme, cuando te detuviste, te pusiste en pie, acercaste tu boca a la mía 
y te abracé, nos besamos y abrazados nos incorporamos. Seguimos besándonos, 
jugueteando con nuestras lenguas, chupeteé tus labios, los mordí, me vuelven 
loca, lo confieso.descendí entonces hacía tu sexo frente al que me arrodillé,te desabroché el cinturón del pantalón, luego el botón, la cremallera y te quité los pantalones. Tiré de los calzoncillos y también te los quité. Tu pene se 

mostró altivo y erecto frente a mi cara, lo cogí por la base y lamí el glande, 
te miré a los ojos y tu también me miraste. Había una copa de mousse sobre el 
mármol así que me levanté y la cogí acercándola, introduje dos dedos en ella 
extrayendo un poco, que unté sobre tu pene por completo, embadurnándolo todo. 
Acerqué mi boca a tu verga y empecé a chuparla, lamiendo la mousse de chocolate, 
sabía deliciosamente sobre aquel original recipiente, así que lamí con esmero de 
arriba abajo y de abajo arriba, sin dejar un solo centímetro sin lamer. Era 
delicioso. Cuando terminé cogí otro poco de mousse y repetí la operación 
embadurnando de nuevo el erecto miembro, y de nuevo procedí a lamerlo milímetro 
a milímetro, sin dejar rastro del sabroso manjar. Te miré y vi la expresión de 
placer dibujada en tu cara, te estaba gustando. Confieso que me sentí más mala 
que nunca, pero me encanta verte disfrutar y sobre todo me encanta hacerte 
disfrutar. Saqué tu sexo de mi boca y me miraste, me puse en pie, te abracé y te 
susurré al oído:quiero sentirte.Volvimos a besarnos apasionadamente. Subí mi pierna derecha hasta tu cintura, me tenías abrazada para que no cayera, sentí tu sexo en las 

puertas de mi vagina, lo rozaste suavemente haciéndome gemir una vez más. Estaba 
deseosa de sentirte dentro, pero tu decidiste alargar la tortura. Nos besamos, 
sentí tus dedos acariciando mi sexo, introdujiste uno que resbaló suavemente 
gracias a la humedad, luego introdujiste otro, los moviste en sentido rotatorio 
hacía un lado y hacía otro. Yo con mi mano busqué tu sexo, lo acaricié y
mirándote a los ojos te supliqué:Venga, cariño.Pero decidiste ser malo conmigo, y confieso que me encanta que lo seas. Acariciaste mi seno con delicadeza, mientras dejabas que tu pene 

descansara a la entrada de mi sexo. Te deseaba tanto, pero dejaba que me 
torturaras, porque me encanta. Entonces, sentí tu sexo pujando por penetrarme, 
sentí como introducías el glande, pero sólo fue un momento, antes de que pudiera 
empezar a gemir de placer, lo sacaste.

- ¡Qué canalla eres! – te dije mirándote a los ojos, 
acercaste tus labios a los míos y me besaste, introdujiste tu lengua en mi boca 
y lamiste todos mis dientes. Yo me sentía a cien, el fuego ardía cada vez más 
fuerte en mi interior.

Otra vez, me hiciste el mismo juego, introdujiste el glande 

apenas unos segundos y los sacaste, yo me impacientaba. Con mi pierna te rodee 
por el culo, volviste a introducir tu glande y yo te apreté, para que esta vez 
no lo sacaras. Comprendiste lo que deseaba y empezaste el vaivén, despacio y con 
calma, haciendo que tu sexo entrara y saliera de mí lentamente. Enseguida empecé 
a sentir esa sensación de placer que sólo tú me sabes provocar, un cosquilleo 
maravilloso, que llena todo mi cuerpo, y me llena de ti. Te sentí en todos los 
poros de mi piel y sentí como mi cuerpo bailaba con el tuyo este baile de 
placer. Nos besamos, nos abrazamos, nos sentimos. Sentí tu sexo entrando y 
saliendo, hinchándose de placer dentro de mí. Pero repentinamente lo sacaste.

¿Qué haces?.
Espera – me cogiste en brazos y me llevaste hasta la 

habitación.

Me echaste sobre la cama con cuidado, te quitaste la camisa 
que aún llevabas puesta, mientras yo me acostaba, luego te acercaste a mí y 
empezaste a besar mi cuerpo muy despacio, primero un pie y luego el otro, 
ascendiendo por mi espinilla hasta la rodilla e hiciste lo mismo con la otra 
pierna. Suspiré sintiendo tus besos sobre mi piel que se erizaba con cada uno de 
ellos. Seguiste ascendiendo desde mi rodilla, por mi muslo beso a beso, hasta 
alcanzar la ingle, repetiste la operación con la otra pierna, mi cuerpo se tensó 
de deseo. Esquivaste mi sexo y continuaste tu camino ascendente por mi vientre, 
hasta alcanzar mis senos que lamiste y chupaste a tu antojo. Te detuviste largo 
rato a chupetear y morder mis tetillas, arrancando gemidos de placer de mi 
garganta, haciendo que me estremeciera de placer al sentir tu lengua y tus 
dientes alrededor de mis sensibles pezones. Estuve a punto de tener un orgasmo, 
pero tu supiste parar a tiempo. Confieso que a veces conoces mejor mi cuerpo que 
yo misma.

Me besaste entonces y te arrodillaste sobre mi cara, 

apuntando con tu verga a mi boca. Cogí el erecto pene con mis manos y empecé a 
lamerlo, primero chupé el glande pasando mi lengua sobre él como si fuera un 
helado, después descendí por el tronco hasta los huevos, que también lamí y 
chupeteé. Los besé con ternura y volví a lamerlos para ascender de nuevo por el 
tronco hasta el glande y así meterme gran parte de tu erecto aparato en la boca. 
Empecé a chuparlo como si fuera un caramelo, mientras te miraba a los ojos 
fijamente, tú también me mirabas. Sé que te encanta mirarme a los ojos cuando te 
la chupo, y debo confesar que es en ese momento cuando me siento más mala. Me 
encanta chupar tu sexo hasta llegar a ese límite en que estás a punto de perder 
el control, y por eso lo hice, una vez más. Entonces me detuve. Te recostaste 
junto a mí aún convulsionado por el placer. Nos abrazamos deseosos de sentir 
nuestro mutuo calor.

Seguidamente, me puse de espaldas a ti; sé que te gusta ver 

mi espalda y mi culo cuando lo hacemos y por eso lo hice, tú te acercaste a mí. 
Sentí tu sexo entre mis piernas, erguido, alzado, tieso. Mi sexo se humedeció 
algo más al sentir el tuyo tan cerca, doblé mi pierna derecha para facilitar la 
penetración y tu guiaste tu sexo hasta mi cueva y me penetraste, de nuevo te 
tenía dentro y de nuevo aquel calor inundaba mi cuerpo. Empezaste a moverte muy 
despacio, mientras me sujetabas por la cintura, te acercabas y te alejabas de mí 
lentamente, pero enseguida empezaste a acelerar tus movimientos, la visión de mi 
culo te había causado el efecto deseado. Yo también me movía hacía ti, para 
sentirte más profundamente, nuestros gemidos empezaron a sonar al unísono, 
nuestro placer llenaba la habitación y a cada embestida sentía tus huevos 
chocando contra mis labios vaginales, te sentía tan dentro de mí. Y deseaba 
sentirte para siempre dentro de mí, lo confieso. El placer volvió a llenarme, a 
quemar mi cuerpo y en pocos segundos alcancé mi primer orgasmo.

Fabuloso – me susurraste al oído cuando dejé de 

convulsionarme. Me besaste en el cuello, y sacaste tu sexo de mí, lo 

acercaste a mi ano y con mucha delicadeza, me penetraste. Confieso que sólo tú 
has poseído ese agujero, y sólo tú lo harás, me encanta. Con la misma delicadeza 
que me habías penetrado, empezaste el lento vaivén, balanceándote muy 
cuidadosamente. Me abrazaste, y permanecimos inmóviles un rato, sintiéndonos, 
mientras me mordisqueabas la oreja volviéndome loca, porque confieso que esa es 
mi zona más erógena, me vuelve loca que me muerdas la oreja y tú lo sabes. Me 
relajé tanto con aquella placentera caricia, que cuando reemprendiste el 
balanceo, tu polla resbalaba con facilidad hacía el interior de mi ano, sentí 
como se hinchaba y como poco a poco te excitabas, haciendo que también yo me 
excitara. De nuevo nuestros cuerpos bailaban al compás del deseo y el placer y 
en pocos segundos ambos llegamos a la culminación del éxtasis. Cuando nos 
relajamos, sacaste tu sexo de mí y me abrazaste con fuerza.

Confieso que no me puedo resistir a tus encantos. Lo confieso 

y eso me hace esclava del placer que tú me das. luis

pronto te llamare a tu celular 04262877640


Par Dr luis miguel Hernandez
Deje su comentario o sugerencia - Voir les 0 commentaires
Retour à l'accueil
Créer un blog sexy sur Erog la plateforme des blogs sexe - Contact - C.G.U. - Signaler un abus - Articles les plus commentés