El Curriculo

me apodan doña barbara por mi caracter fuerte eso durante años solo hizo que no gozara mi vida

y  ya a mis 65 años decidi salir al mundo a gozar de los placeres del sexo

y en internet consegui a luis quien da terapias unicas ricas

le pedi un depilado con fresa y chocolate que me rejuveneceria mi sexo 

despues de hacer todo  llegamos a la habitación no pudimos evitar devorarnos como leones, deseándonos el uno al otro; yo sólo quería volver a sentir una verga en mi en mi, luis comenzó a lamer mi coño; parecía un perrito, jugueteando con mi clítoris y lamiéndolo mientras que sus dedos se iban introduciendo en mi agujero chorreando por su saliva y por mis flujos. No me reprimí ni por un momento en dar gemidos de placer, sabía que me iban a escuchar, que podían incluso verme por la ventana (que no nos habíamos molestado en cerrar) pero era un factor más al morbo de toda aquella situación. No me podía creer que pudiera disfrutar tanto poniéndole los cuernos a mi marido y menos con un amigo en común. Sabía que aquello iba a ser difícil de llevar más adelante, cuando todo hubiera pasado, pero en ese momento estaba disfrutando como nunca lo había hecho; a luis le dije que me gustaba que me llamara puta, zorra, y eso a mi me excitaba hasta no no lo podés imaginar que punto; mi marido jamás me hubiera dicho esas cosas, es demasiado clásico en esto del sexo, pero luisr estaba llevándome hasta extremos insospechados.

Una vez me hubo relamido bien el coño, dejando las tetas al aire las veia veía que aquello le excitaba y a mi también me gustaba, así que era un aliciente más para la situación. Se tumbó en la cama y lo desnudé muy rápido, estaba deseosa de cabalgarlo como he comentado antes y así lo hice; una vez lo tuve desnudo completamente abrí bien mis piernas y comencé a rozar mi coño por sus piernas; sé que deseaba penetrarme ya, pero yo tenía que llevar aquello a puntos más calientes; con él pude practicar las expresiones de zorrona que nunca me había atrevido con mi marido, relamiéndome los labios, sobándome las tetas, mientras me deslizaba de arriba abajo casi hasta ponerle de nuevo el coño en su boca, eso sí, haciéndole sufrir un poco y quitándoselo enseguida. Comencé a besarle todo el cuerpo, aunque para ser más exacta, más que besarle le lamía todo el cuerpo: las orejas, los labios, el cuello, el pecho, el abdomen, la verga, las ingles, rodillas, el pie… y otra vez arriba, hasta que ya no pude más, subí rápidamente y me la metí de golpe; no pudimos evitar dar un grito de placer los dos; la verdad es que necesitaba exteriorizar todo el gusto que me estaba propinando ese cuerpo y no dudaba en decirle todo aquello que me venía a la cabeza:

- Eso es cabrón, gime, quiero escucharte pedirme más. - Si, zorra, eso es, me encanta como follas, eres una puta de las buenas. - Si? eso crees? crees que soy una puta? - No, eres una zorra que sabes como poner caliente a un macho; si esta tarde no te follaba la verga me iba a reventar. - Ya la veo, mejor dicho, ya la noto dentro de mi, mmmmm, está bien dura y bien caliente, tienes ganas de correrte otra vez eh? - Estoy loco por vaciarla dentro de ti, de llenarte de mi semen hasta reventarte. - Pues aún vas a esperar – al mismo tiempo que le decía esto aminoraba la marcha, no quería que aún se corriera, necesitaba escucharlo. - Eres una zorra, y lo has demostrado necesitas 2 vergas para ti yo te cojo y el te come el coño  esa fatancia te la hare realidad tambien. Seguro que no hubiera dicho ni media palabra. - Hubiera sido excitante.

Solo de pensar en lo que me acababa de decir, necesité subir la marcha y cabalgarlo como una loca, necesitaba notar su corrida dentro de mí, así que comencé a gemir:

- Si, si, si, ah, ah, ah, me corro joder me voy a correr si si si si si ahhhhhhhhhhhh - Eso es, sigue así, no aguanto, no aguanto, si venga dame más, más, ahhhhhhhhhh

En ese momento noté como aquel caño de semen volvía a fluir por mis entrañas y que buena combinación es esta del orgasmo y de la corrida de un verdadero macho

Durante un rato estuvimos tumbados en la cama, acariciándonos y besándonos, comentando lo genial que había sido aquella experiencia, que había que repetirla aunque iba a ser difícil poder coincidir y salir una noche solos, aunque ¿Quién ha dicho que sólo se culea de noche?. Pero bueno, fue una conversación muy agradable entre besos, palabras, caricias, y restregones.

Era muy tarde y sabíamos que iba siendo hora de volver cada uno a nuestras casas. Cuando salio de mi apartamento y me despedí con un guiño mientras que él dijo:

- Espero volver a verles pronto por aquí. - Y yo también – contestó luis con una de sus sonrisas más cautivadoras.

Ya en su camuioneta nos despedimos con un beso de esos que son interminables y que no puedes parar aunque veas que ya es la hora de irse. 

Mientras me dirigía  hacia mi casa no dejaba de pensar en lo desinhibida que me había encontrado aquella tarde, sin reprimir ningún deseo. Si lo hubiera sabido no habría tardado tanto aquella noche a acceder a lo que luis me proponía y hubiéramos podido disfrutar mucho más, pero la cosa sucedió así, pronto hare el trio

 

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Lun 27 jan 2014 Aucun commentaire