El Curriculo
¿Y qué necesidad hay de sentirse encadenado a otras sensaciones distintas a las del placer?
En el mundo no hay nada que el buen sexo con chocolate no haga olvidar
Aquella tarde había decidido cometer una locura. Había decidido hacer realidad la fantasia de luis , escuchar una canción y tener sexo al chocolate y tome una gran taza de café. Eso sí, descafeinado, que las locuras hay que hacerlas, pero con cabeza.
El 31 es el dia que decides ponerme el mejor vestido que tengo en el armario, los tacones más elegantes, unos labios dispuestos a besar las más dulces mentiras y una manos con ganas de acariciar las traiciones más esperadas que al final, todos los hombres pensarán que eres el más esperado trofeo conquistado de entre sus conquistas de un fin de año cualquiera con varias copas de más y unas cuantas neuronas de menos”. Te das cuenta de que en todo este juego de fin de año 2013, todos piensan en ponerse sus mejores marcas encima, peinarse con intención de despeinarse, sacar lo mejor de su currículum y camuflar con algo de maquillaje esas heridas del corazón que tanto tiempo tardan en cicatrizar, incluyendo algo que nos haga destacar del resto. Me sorprende, sinceramente, ver cómo a pesar de los pesares, tanto hombres como mujeres continúan su ardua tarea, pero yo me pregunto, ¿para qué? acumular riquezas si eso te ata a no poder disfrutar
Había quedado con luis
hacía un par de días. El simple hecho de recordar todo otra vez me producía notar que el corazón se volvía a acelerar de nuevo.
Me sorprendió allí, maria gabriela la de 65 años tienes todo todo tan blanco, pero le hacia falta ensuciarte de sexo con conversaciones que luis en chateo se hacían
interminables, copas que van, copas que vienen y risas que quizás eran lo de menos, empecé a comprender el por qué nos aventuramos muchas veces a cometer esas locuras: “Por esa sensación del
principio” en la que no sabes cómo va a continuar la historia después. Y es que quizás, la vida es una gran aventura en la que, o te subes sobre los tacones y te dispones a recorrerla sin
miedo, o te pierdes todo aquello bueno que puede ofrecerte.
este fin de año había frio. La isla margarita congestionada con un trafico infernar los dos solos en mi casa de lujo para los dos
luis miguel me encanta susurrarselo noto su erreccion en mi salon de lujo al fin con un hombre la escena presentaba un aspecto de película con dos actores muy expectantes. Como decía mi madre que en paz descanse cuando vayas a hacer algo hazlo con pasion “He disfrutado mucho mi soledad pero ella tambien aburren especialmente en el descanso”. Posiblemente, así es la vida. Paseamos cogidos de la mano dejando a un lado lo que podría volver a pasar, con intermitencias luminosas que en ocasiones nos decían que debíamos parar, otras veces nos empujaban a mirarnos y sonreír tímidamente, como dos adolescentes que vuelan en busca de un lugar donde esconderse del mundo, donde el mundo no les encuentre, donde dejen rienda suelta a sus pasiones, a sus amores, a una imaginación de un escritor que quieren escribir su novela perfecta.
Y llega ese momento que
esperamos cuando se termina las palabras y hay que empezar la accion chocolate camara y buen champan la viuda, cuando comienza a sobrar las ropas y los flah te excitan luis me rodeó con sus
brazos, arropada con promesas, palabras, incertidumbre y susurros al oído que hacen temblar a las piernas más valientes. Y sus labios se rozan con los míos, se humedecen con una lengua
impaciente por entrar y fundirse con la mía. Un corazón desbocado sin rumbo que late a la par. Un olor. Una sonrisa. Y. Otra sonrisa. Recuerdos. Pasado. Presente. Me retira el pelo de la
cara y lo pone con esmero detrás de la oreja. Roza sutilmente la yema de sus dedos por mis cálidos labios. “A menudo los labios más impacientes no tienen prisa dos besos después”.
maria gabriela, le doy la razón. El tiempo se detiene. Empieza a llover. Sonrío de nuevo. Estaría toda la vida besándote, besas muy bien”. Me sonrojo. No lo nota. faltan 5 pa la 12. La
farola alumbra a dos almas perdidas que se habían encontrado mientras jugaban a perderse.
“Hueles muy bien. Ese es tu olor. Ese eres tu”. Me mira. Su barba me roza la nariz. Mis manos y las suyas se juntan de nuevo. Suspiro.
Abro la puerta. El último beso de del año. “Que sean el principio de muchos”. “Hasta mañana”. Llego a la cama. Me siento. Me descalzo. Mis tacones me hacen bajarme y aterrizar en otra realidad, en la que viven el resto de los humanos. Un mensaje. Impaciencia. Sonrisa. Duermo con la felicidad de que al menos, ese día, no ha sido un día más.
Por eso nos aventuramos. Por eso decidimos cometer locuras, bailar bajo la lluvia, sonreír como si no hubiera mañana, besar como si fuera el primer hombre de tu vida, suspirar dejando atrás los miedos, pisando con garbo. “Cierro los ojos y todavía puedo olerte, como si estuvieras aquí”.
Y es que la caperucita
de los tacones rojos sin saber cómo ni por qué, había vuelto a ilusionarse, aún sabiendo que era una locura. Miraba sus relucientes tacones, su abriguito rojo, el perfume que había decidido usar
aquel día y por último, el techo blanco, del que parecían colgar mil palabras. Pensamientos que volaban sobre su cabeza a la velocidad de la luz. Alguien. Un alguien por el que mirar el
celular y ver un mensaje suyo eluis y sus aficiones favoritas. escribir poemas para dedicárselas de forma camuflada a sus miles de fans. Planear lugares a los que ir. Decirse cosas sin
decirlas.
En el fondo ya sabemos lo que es, lo que hay. Pero, ¿y si por una vez, dejamos que la vida fluya y disfrutamos, sin más?
El miedo. La
incertidumbre. Esas palabras que aparecen cuando quieren aferrarte a algo por encima de todas las cosas. Lo mejor es no acostumbrarse a nada ni a nadie, para que nadie ni nada te haga falta.
Porque descubres un profundo vacío cuando desaparece, pero te das cuenta de que otros pueden aparecer para devolverte esperanza donde pensabas que no había nada.
Y es que prefiero haber olido una vez su perfume de macho, un beso de sus labios, una caricia de su mano, o una conversación de sexo hasta quedarme dormida, que toda una eternidad sin haber
sentido lo que he sentido. un delicioso pene una mamamada que te extruje el alma esas penetradas de luis que te llevan al infinito esa locura con luis quiero repetirla