El Curriculo

Nati una dama de piel morena con cabello pintado de trigo dorado como la noche un cuerpo hermoso con muchas curvas y un trasero espectacular, después de tener pocas horas de habernos visto después de un tiempo conociéndonos por Internet y haber tenido la primera tanda de un divino acto sexual, con las fotos de rigor y las terapias de masajes quedamos extenuados en la cama del motel y allí desnudos y abrazados, contemplando nuestras figuras en el espejo del techo de la habitación, no podía quitar mi mirada del espejo viendo su tremendo trasero moreno, bien torneado como hecho por escultores a  mano a la medida, se podía observar  como sobresalían los labios carnosos y brillantes ya de la lubricación del sexo de Nati , su cabellos sedoso y oscuro sobre mi pecho y sus manos rodeándome, mi mano empezó a acariciar su espalda hasta donde comienzan sus nalgas y mi pene empezaba a recobrar su dureza para una segunda arremetida, ya tenia preparado su masajeador mi mano seguía bajando y masajeando sus nalgas y nuestros labios se encontraron de nuevo besándonos locamente sin control, ya Nati se había percatado que mi pene empezaba a mantener una buena erección  entonces lo tomo con sus manos mientras lamia mi glande y bajaba con su lengua por todo el falo hasta mis testículos, que los lamia y los chupaba con una fuerza que me provocaban un dolor masoquista que a su vez me excitaba más, decidí que era egoísta disfrutar yo solo y le pedí que se voltease y estuviese sobre mí para poder lamer su sexo, cuando abrió sus piernas para estar encima de mi rostro, la visión que tenia de su trasero apuntando hacia mí, su sexo a la altura de boca lamiéndola profundamente, mi lengua recorra su interior entre sus labios tibios y me aferraba de sus nalgas mientras ella me daba una mamada sin igual, separe los labios de su vagina con mis dedos y el color rosado intenso como una fruta tierna brotaba de su interior muy lubricado, tenía palpitaciones en el interior de su vagina, y mi lengua iba desde su clítoris que ya estaba bien duro pasando a lo largo de sus labios vaginales y terminaba en su culito, estaba tan mojada que sus jugos caían por mi barbilla y tenían mojado mi cuello y mi pecho, de vez en cunando dejaba de mamármelo por que daba alaridos de placer y volteaba la cara para verme de reojo como me comía su sexo, entonces me pidió que la penetrara en 4, se acomodó en la orilla de la cama apoyada en sus rodillas y codos dejando más al aire su sexo ya hinchado y su culito rojo de la chupada que le di, me ubique detrás de ella rozando con el largo de mi pene sus labios, su humedad embarraba el cuerpo de mi pene mientras acariciaba su espalda, los vellos de su espalda estaban erizados, fue cuando acomode  la cabeza de mi pene buscando su abertura ya húmeda, como una caverna dispuesta a que la exploren, solo metí la cabecita cuando ella se dejó venir hacia atrás chocando sus hermosas nalgas bronceadas contra mi vientre, veía como se desaprecia mi pene entre su piel, lo sacaba casi todo y lo metía de nuevo hasta que mis bolas chocaban con su vientre, la sostenía de las caderas mientras sus gemidos me marcaban, el ritmo del Vaivén de mi penetración, la mezcla de fluidos y de sudor hacían el chapoteo más sonoro, con una sinfonía de gemidos y de peticiones como – Más, Duro, Así, Así, No te pares-, yo para ponerla más a punto sacaba mi pene y le daba de golpecitos en su vagina o lo rozaba cerca de su culito, que cuando separaba sus nalgas podía verlo dilatando, apretándose, mientras seguimos así se dejó caer en sus hombros que era ahora donde se apoyaba en su parte delantera mientras le daba suaves nalgadas en ese trasero rico, decidimos cambiar de posición, me recosté en la cama boca arriba, mientras ella se colocaba delante sobre mi dándome la espalda, se coloco a horcajadas sobre mi tomándome de los tobillos, y solo podía contemplar como mi pene se perdía en su vagina, parecía un hotdogs, sus labios eran el pan esponjoso y mi pene la salchicha dentro de ellos, me fascinaba esa vista, ver entrar y desaparecer mi miembro, su trasero era el marco ideal, masajeando y apretando sus nalgas y sintiendo como bajaban sus jugos de hembra por mi pene empapando mis testículos y el colchón, su culito me provocaba y empecé a estimularlo con uno de mis dedos introduciéndoselo, a pesar que estaba bien apretadito no compartía la penetración anal así que desistí, ya el clímax era la cumbre el desenfreno de los movimientos se confundía con nuestros jadeos y con las suaves nalgadas que fueron aumentando, ya sus glúteos estaban rojos de las palmadas el brillo de su piel y su sudor con aroma a hembra me tenían loco, hasta que ya estaba por venirme y me hizo aguantar hasta que explotamos juntos dejándose caer hacia atrás sobre mi pecho, acabe bastante sobre ella , y cuando se acostó hacia atrás mi pene se desacoplo erupcionando mi semen sobre sus muslos y vientre, mientras ella lo esparcía como una crema humectante, allí quedamos rendidos y dormitando en aquellas sabanas húmedas de sudor y de otras cosas más,11a1b1c1d2 2a 2b 6a6aa 6b 7       que ricura con dr luis

7a7b7c7d7e7f 8 9

Jeu 28 mar 2013 Aucun commentaire