El Curriculo
La mayoría de los hombres heterosexuales no quiere saber nada acerca de tener estimulación anal por asociarlo a que pueden “transformarse” en gays, o por el qué pensar de su pareja. Y la verdad, es que están totalmente equivocados. Además, piensan como si el hecho de tener otra orientación sexual sea una “maldición”.
Para los que no lo sabían, el ano es una zona erógena tanto en hombres como en mujeres, sin importar sus preferencias sexuales. Por ende, que los hombres tengan estimulación anal no los hace gays, sino que enriquece y aumenta, nada más y nada menos, la diversidad de obtener placer. ¿Acaso la satisfacción sexual de uno está basada en lo que diga la sociedad?
Ahora bien, el Punto P masculino es el equivalente al famoso Punto G femenino. El Punto Pestá ubicado en la parte inferior del recto, en una zona que se halla en contacto con la próstata o la glándula prostática. Dicha zona es rica en terminaciones nerviosas y por demás sensibles al tacto. Por otra parte, la estimulación de la próstata puede producir la eyaculación y el orgasmo masculino.
La próstata se encuentra encima del perineo, junto al recto y debajo de la vejiga. Su función es producir parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides. El perineo, en tanto, es el músculo situado entre el ano y la base de los testículos.
¿Qué piensas ahora? Estabas equivocado, ¿no? Estimular sexualmente a un hombre no lo hace gay, sino que enriquece y aumenta la diversidad de obtener placer. Ahora, quien quiera o no hacer la prueba es otra cosa…
