El Curriculo
Luisito es un Dr alto, delgado de pecho y brazos marcaditos su pelo es un poco lacio y tiene lindos labios. Ese día ya era tarde y despues de su consulta me dio la cola hasta mi casa a pocos metros se detuvo como para despedirse me extraño pues siempre se despide en la puerta. Hablaba tonterías y se reía nervioso me inquieto aún más y le pregunté que pasaba. Tomo mi mano y me haló suavemente hacia la oscuridad entre dos carros. Creí que me diría algo en secreto pero me sorprendió que decidiera besarme más asustada todavía respondi a sus besos... Y me estaba percatando de que mi mejor doctor me excitaba! Por la impresión me quede muda, luis sólo sonrio y al corresponder el beso supo de inmediato que accedería a algo más.me miro a los ojos y volvió a mirarme, pero esta vez puso sus delgadas y largas manos en mis pechos. Me hacía suspirar mientras despacito y al oído le decía que NO, que se detuviera. -yo se que también quieres... Me susurraba. -déjate llevar. Estaba temblando toda mi piel parecía de gallina, pero no podía dejar de besarlo. Entonces Luis metió su mano bajo mi blusa y tocó mis tiernos senos, pellizco suavemente mis pezones y sintió como me doblaba de placer. -Luis... Por favor no hacía caso y seguía en su plan de fajarme bien rico. Sin dejar de besar mi boca bajó sus dos manos por mis piernas hasta el final de la minifalda, jugó con el dobladillo antes de escuchar mis gemiditos, así supo que era hora de meter y subir las manos. Logro subír mi falda a la cintura regreso a mis tetitas y subió mi blusa también se deshizo de mi top y dejó al descubierto mi tierno pecho. Yo sentía explotar Luis me tenía a escasos 10 metros de mi casa a oscuras entre los coches con la falda y blusa arriba. Sus labios endiablados me tenían poseída, engarrotada. Me besaba la boca, las tetas y hacía que mi mano lujuriosa tocara su pito duro. No era yo, estaba fuera de mi misma! Mi cuello era cancha limpia para sus labios y mi conchita campo escueto para sus dedos... No lo podía creer el me estaba arrebatando y yo no podía hacer nada! Al contrario me desconcia cuando lo tocaba y más cuando le dije -por favor... ¡Métemelo! Al escucharlo despego sus labios de mis tetas y sonrío. Liberó su miembro y me lo mostró, remoje mis labios y el volvió a reír. Me tomo de los hombros y me empujó hacia abajo. No lo dijo pero supuse que deseaba una mamada. Cuando empecé a chuparlo no pude evitar pensar en lo zorra que me estaba portándo... Pero me encantaba! Al fin luis me subió y comenzó a besarme otra vez tomo mi pierna izquierda y la inclino sobre el, así la mantuve para que hiciera a un lado mi calzoncito -... mmmmmm... Yaaa... Lo sentí calientito poco a poquito y de puntitas ¡Que rico! No tardó mucho y cuando terminamos nos miramos poco nos vestimos y avanzamos a mi casa. Nunca lo hablamos pero desde ese día visito su consulta dos veces por semana... Y soy la ultima para que que luisito mi rey me de la colita a casa