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Peso:
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E-mail:
luisleon581@gmail.com
 
 

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Samedi 9 novembre 6 09 /11 /Nov 20:16

Me meti en el chat de nueva esparta Efectivamente, había allí más mujeres, aunque todas maduras, pero para pasar el rato, no estaba mal. Después de algunos intentos, finalmente una me contestó, su nick era “Acuario_70”. Empezamos a platicar y fue algo ameno. Yo le dijee que era terapista corporal de 50 años, mientras que ella me dijo que era una divorciada de cerca de 50 años, pero no me reveló su edad exacta; además, olvidé preguntar de dónde era.

Luego de platicar un rato, queriendo calentarme un poco, pregunté sobre su soledad y si tenía sexo con alguien. Al inicio como que dudó y pensé que se había ido, pero luego me respondió que su vida sexual no era tan activa como ella quisiera y que tenía cerca de seis meses sin sexo, sin revelarme con quién había sido. Yo por mi parte, le dije que me encantaban las mujeres de su edad y de cuando en cuando, tenía algún encuentro con chicas mayores que yo.

Luego de un rato, dijo que estaba interesada en unos masajes de senos para levantarlos que si podia hacerlo a domicilio que yo encantado iba a su domicilio le envie un correo donde explicaba mis masajes lo recibio y entro a mi pagina y estubo leyendo varios relatos que se estaba poniendo cachonda. Mi relato la había calentado y yo también lo estaba, por supuesto – ¿y qué haríamos? – le pregunté yo, como queriendo que ella iniciara – pero primero dime cómo eres y cómo vistes, para imaginarte.

De su físico me dijo poco, sólo que era rubia, con cuerpo normal y delgado. Olvidé rápido eso cuando me confesó que estaba desnuda, pues se había tocado durante mi relato. Eso me puso a mil y empezamos el cybersexo. De inmediato relató cómo me comía la verga y luego “hicimos” un 69, para después imaginar que la cogía de perrito y algunas otras posiciones. Según ella no le gustaba el anal, pero en la fantasía terminamos haciéndolo por ahí también. Me aseguró que era el mejor orgasmo que había tenido en años, y luego de platicar unos minutos más, me dijo que tenía que despedirse, pero que deseaba hablar conmigo de nuevo ella me confesó que se había masturbado dos veces más esa noche, imaginando que estábamos juntos y

Por supuesto, volvimos a tener un delicioso cybersexo, Ella me aseguró que se sacaría una foto sexy y me la enviaría a mi correo, y yo prometí devolverle el gesto si eso pasaba.

A la tarde siguiente, hay un correo de ella. Y efectivamente hay tres fotos. Ninguna tenía su rostro, pero mostraba su bello cuerpo. Dos eran con una ropa interior muy sexy, que dejaba poco a la imaginación y en la otra estaba totalmente desnuda. le respondi diciéndole que le enviaría mis fotos en breve. Y así hice, porque en cuanto llegué a la casa, me desnudé, y al igual que ella, tomé fotos de mí, pero sin mostrar mi rostro. Ya en la noche, ella no se conectó, pero en la tarde que revisé mi correo, ella había respondido con otra foto. El texto decía: “te deseo con locura, quiero que me poseas”. De nuevo, no se veía el rostro, pero era muy cachonda. “Acuario” estaba desnuda, con las piernas abiertas, dedeándose su conchita. En su otra mano tenía un papel y decía: “me toco pensando en ti, luis”, lo cual hacía real la fotografía. viendo esa foto y me calenté, por lo que de inmediato empecé a masturbarme, mi mente me hizo imaginarme que me cogía con locura a alondra y que ella disfrutaba.

 En nuestro próximo encuentro por msn ella me pidió que nos viéramos, en su apartamento para los masajes de levantamiento de senos

El día de la cita, llegué un poco tarde, a propósito alondra estaba con una minifalda que le quedaba increible, con medias en sus piernas torneadas y una blusa roja (tal y como me había prevenido para reconocerla) al verla senti tener con ella gran química.

pase adelante luis no la dejé terminar y la besé otra vez. Ella ya no se resistió – sí, somos amantes – me dijo y me bajó el boxer para chupármela, tal y como en el cybersex, pero, por supuesto, mil veces mejor. Su lengua pasaba por toda mi verga y luego se la metía a su boca para chuparla toda. Yo la tomé de la cabeza y prácticamente empecé cogerle la boca. A ella no le molestó y no tardé en venirme en su boca. Se levantó y se tragó el semen con una mirada de viciosa de cuidado, nos tumbamos en la cama y seguimos acariciándonos. Hasta que me pus encima de ella y le abrí las piernas para finalmente penetrarla. Estaba tan mojada que no me costó trabajo entrar y empecé a cogerla.

Ella gemía y me decía cosas como : “sí, más, házmelo amor, te amo” y cosas así. Yo no reparé en que los vecinos podía escuchar algo, pero tampoco me habría detenido. Mientras la cogía, chupaba sus senos, y eso la hacía gemir más. Le puse sus tobillos en mis hombros y seguí cogiéndola rico, aunque después de un rato ella quiso estar sobre mí. Me cabalgaba con ganas y veía como sus senos brincaban, mientras yo le acariciaba sus piernas. Luego ella se volteó, dándome la espalda y pude ver su hermoso culito de frente. No me resistí y empecé a acariciarle el ano. Ella se detuvo un momento y me dijo que no le gustaba por ahí, pero no le hice caso y seguí frotando ahí. Ella siguió moviéndose, y gemía más, claro que le estaba gustando. Luego la puse en cuatro patitas y seguí cogiéndola. No me pude resistir y le di un par de nalgadas – perdón – le dije yo institivamente – no importa amor, hazme lo que quieras.

- Entonces serás mi putita ahora, alondra – le dije yo, un poco en broma – sí, soy tu putita, mi amor – me respondió, sonriendo, tampoco muy en serio, pero eso me puso más caliente todavía y le avise que iba a venirme pronto. Ella se salió de inmediato, asustada. Me dijo que no quería algún accidente y yo pensé rápido – pues eres mi putita, ¿no? – la volví a poner en cuatro patas y le acaricié el culito. Ella me pidió que no hiciera nada por ahí, pero no hice caso y ya cuando la tuve lubricada le puse mi verga en su entradita – 

- Por ahí no, amor – me pidió en voz baja, para que no se hiciera gran escándalo. Yo no quise escuchar y poco a poco se la fui metiendo. Pronto le metí la mitad de la verga y empecé a moverme. Ella se quejaba pero pronto empezó a gemir – no pares – me dijo quedito y claro que no lo hice, al contrario, la cogí lo más rico posible hasta venirme dentro de su culito.

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Par Dr luis miguel Hernandez - Publié dans : sexualidad
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Lundi 4 novembre 1 04 /11 /Nov 19:35

Esta es mi fantasia invite a luis un desconocido conocido por sus relatos le dije ven  a casa y entra, sigue un pequeño sendero de velas blancas se abría ante mí. \"Sígueme\" decía en un pequeño papel. Como sí de un juego se tratase cumplí las órdenes. Un millar de velas iluminaban la estancia. La tenue luz de las velas me permitió verle. yo Estaba tumbada en una colcha de tigra, intentando abrir una botella de champán. No tuve que decir nada. Sus ojos se posaron en los míos. Me deslice junto a él. Sus labios firmes y sedosos se posaron en los míos. Con leves caricias me abrió la boca e introdujo su lengua. Poco a poco nuestros cuerpos se acercaban. Sus besos, delicados, lentos y suaves fueron bajando por mi cuello. Deslizó sus manos por mi pecho. Me quitó la bata de tigra. Yo no tarde en responder e hice lo propio con él. Al tocar su piel me quemaba, ardía como fuego. Sus besos cada vez más intensos, se posaban por todo mi cuerpo. Bajó por mi cuello para deslizarse por mi pecho, mi abdomen y mis muslos. Mis piernas se abrieron ante su llegada. Yo ardía por momentos. Sus dedos recorrieron todo mi cuerpo. Sus manos me abrasaban cuando tocaban mis pechos. Buscó mi lengua, mis labios, mis besos. Yo le deseaba tanto como él a mí. En cuanto nuestras miradas se encontraron le sentí. Le sentí tan dentro como nunca le había sentido. Mis piernas se abrieron para dejarle entrar una y otra vez. Rodeé su cadera con mis muslos. Le quería todo para mí. Lo quería cerca de mí, dentro de mí. Perdí el sentido del tiempo, del espacio. Su cuerpo cada vez más caliente, se movía más y más rápido. Entonces, como si de madera se tratase, ardimos.Me acostó en el suelo,me miró,me sonrió,me besó y fue bajando lentamente hacia mi clítoris ,su lengua jugaba en mí de manera tan asombrosa que no podía parar de retorcerme del placer.De pronto paró,dejó de acariciarme y comenzó a bajarse los pantalones al mismo tiempo que contemplaba mi cuerpo semidesnudo y delicadamente entró en mí haciendo movimientos suaves y pausados que iban aunmentando conforme nos mirabamos.Cada vez más y más fuertes nuestros moviemientos que quería gritar pero él no me dio tiempo y me silenció con un fuerte beso,yo arañaba su espalda cubierta por aquel traje que estaba cálido por el calor que desprendía su cuerpo,tiraba de sus cabellos,estrujaba su voluptuoso trasero contra mí,llegando al mismo tiempo a un intenso orgasmo que hizo que nuestros cuerpos quedasen exautos por aquel acto tan apasionado.Lo más hermoso de aquel momento fue cuando él se tendió sobre mí y empezó a escuchar el latido de mi corazón y mi agitada respiración,jugaba con mis cabellos, observaba muy de cerca mi piel y la besaba dulcemente.Y yo,qué podía hacer,sentía satisfacción y felicidad por haber vivido aquel instante que jamás olvidaré.aquel día fue especial y que ese ardor sigue aún dentro de mi gracias luis por darme tanto placer

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Dimanche 3 novembre 7 03 /11 /Nov 16:16

 

Lo que son las cosas, cuando era una joven, un sinfín de hombres mayores, me pretendían. Pero ahora que soy una mujer mayor, no sé qué me pasa, que ahora soy yo la que anda tras los mayorcitos. Mi nombre es Norma y además de estar felizmente casada, ser madre de dos hijas y un hijo, también soy abuela de un par de adolescentes de dieciséis y dieciocho años.

Por lo que cuando comencé a sentir ese extraño deseo, de acostarme con uno de los amigos de mis nietas, al principio no me preocupe en lo más mínimo, diciéndome a mi misma que eran locas ideas de vieja. Pero cuando ese extraño deseo, me fue llevando a coquetearles de manera directa, me asusté realmente. Nada más de pensar que diría mi esposo, mis hijos y el resto de la gente que me conoce. Pensé que quizás se debía a los nervios, y yo misma decidí darme un reposo, por lo que le dije a mi esposo, que deseaba pasar unas cuantas semanas, alejada de todo, en la iasla margarita.

Cuando Mario, mi esposo, me preguntó el motivo, le dije que deseaba hacer una especie de retiro espiritual, para dedicarme al recogimiento y la oración, pero sola, ya que las veces que vamos a la finca en gurico con toda la familia, prácticamente es lo mismo que estar en casa, no descanso un solo instante. A Mario lo que le dije le sonó razonable, pero como él dirige todavía el negocio de la familia, me propuso que él pasaría los fines de semana conmigo tambien en la isla margarita y el resto de la semana, se quedaría en nuestra casa mientras trabajaba.

Así que esos primeros días, sola en la casa de playa el agua, lo pasé de maravilla,  sola, . Me di permiso a mi misma de bañarme sin ropa en la piscina, donde me quedaba hasta altas horas de la noche sin hacer otra cosa que estar relajada en el agua. Me acostaba bien tarde y me levantaba más tarde aun, sin preocupación alguna.

Pero ya cuando llegó el fin de semana, recibí a mi marido, a cuerpo de rey, el sábado por la noche, los dos nos tomamos una cuantas copas de vino, que nos hizo recordar nuestros años de juventud, a tal grado que ambos nos metimos desnudos en la piscina cuando llegó la noche. Yo sé muy bien que tanto Mario como yo ya estamos entrados en edad, como para hacer esos desarreglos, y que mi cuerpo no es el de una mujer jovencita, pero cuando mi marido comenzó acariciarme y a besarme, algo dentro de mi comenzó a revivir, aunque al principio su miembro permanecía mustio y caído, pero a medida que él me continuaba tocando delicadamente por todas mis partes intimas, en particular entre mis piernas y mis casi caídos senos.

Vi con cierto asombro de mi parte, como su cosa se comenzaba a parar, por lo que bien contenta, se me ocurrió prestarle una pequeña ayuda, al principio acariciándoselo, pero al poco rato decidí que bien podría darle una pequeña mamada, y en efecto la ayuda fue de provecho, apenas coloqué mis labios alrededor de su miembro, sentí como se fue poniendo duro dentro de mi boca, y a los pocos minutos ya me estaba penetrando divinamente. Esa noche Mario y yo, revivimos muchos de nuestros viejos recuerdos y experiencias de antes.

El domingo los dos nos despertamos bien tarde, almorzamos en el restaurante de dorina en puerto fermin y luego regresamos a la casa de veraneo, donde nos encerramos en nuestra habitación y nuevamente pasamos una noche de locura. Ya el lunes mi marido se fue a valle la pascua en el guarico y yo me levanté bien tarde, y como de costumbre, por espacio de unas dos horas, me puse hacer mis ejercicios diarios, los que entiendo me permiten a pesar de mi edad mantener mi cuerpo en buenas condiciones físicas, después me di un buen baño de tina, con sales aromáticas, me puse únicamente mi bata de baño, almorcé y el resto de la tarde lo pasé leyendo en bata, hasta que llegó la hora de que la señora que me acompañaba se marchase, por lo general, ella llegaba a donde yo me encontraba leyendo en la sala, y se despedía.

Pero esa tarde sentí que alguien tocaba la puerta, por lo que al no estar la señora, en ese momento decidí abrir la puerta. Se trataba de el dr luis, que es amigo de mi esposo y el lo habia llamado ya que le comente que tenia un pequeño problema para orinar el me dijo que seria  por la luna de miel con su marido me dio un frasco y me dijo que tomara la orina del segundo chorro y seguimos hablando el metio una tira reactiva  y me dijo que salia normal que no me preocupara y saco un antibiotico y me lo dio a tomar y nos sentamos a charlar quizás de manera inconsciente comencé a coquetear con luis, al punto que de manera casual dejé que mi bata se abriese de manera descuidada, permitiéndole ver gran parte de mi desnudo cuerpo bajo la bata que usaba en ese momento. Al observar como sus grandes ojos se abrían intensamente, me di cuenta de que se me estaba pasando la mano, de manera recatada me levanté y me dirigí a la cocina a buscar a la señora de la limpieza.

Al ellos retirarse noté en la mirada del luis, algo especial. Digo para una mujer de mi edad, el que un macho de su edad la vea a una de la manera que él me estaba viendo, es algo bien especial. Carmen la señora de la limpieza, se marchon. El resto de la tarde no hice otra cosa que pensar en la manera en que se me quedó viendo luis, y las muchas cosas que podríamos hacer, pero al mismo tiempo, me reprendía a mi misma por tales pensamientos, así que decidí relajarme, metiéndome en la piscina como de costumbre, sin nada de ropa.Ya serían como las seis de la tarde, llego luis, a preguntar como seguia de la cistitis y lo invité a  a que entrase a la casa, Ya dentro de la casa, viéndolo fijamente a los ojos, le pregunté de manera sensual a luis que deseaba,  se quedó en silencio sin saber que decirme. Mientras frente a él me ponía nuevamente mi bata, pero sin cerrarla del todo. Sus grandes ojos, me observaban sin perder detalle de todos y cada uno de mis movimientos. En ese momento, comencé a sentir esa sabrosa calentura por todo mi cuerpo, por lo que me le acerqué y mientras caminaba a su alrededor, le volví a preguntar que buscaba. Nuevamente luis se quedó callado sin responderme, por lo que yo aproveché para poner en su boca, las palabras que él por lo visto, no se atrevía ni ocurría decirme. Poniendo mi voz un poco más gruesa tratando de imitar la suya dije:Norma, desde la primera vez que la vi hoy me enamoré de ti, en ese momento en su rostro vi algo de asombro pero continuó callado mirando fijamente el piso. Yo por mi parte continué, como si se tratase de un juego, diciendo. Yo sé que soy su medico y usted es una señora casada, pero cuando la vi desnuda en la piscina, me dieron ganas de acostarme contigo. Al escucharme nuevamente abrió los ojos, y una ligera sonrisa apareció en su rostro. Yo continué actuando, y respondiéndole en mi propio tono de voz le dije. Pero luis soy mucho mayor que tú, y  me alaga mucho que un doctor como tú, que debe tener un sinfín de novias se fije en mi, y al decir eso comencé a pasar mis brazos por sobre su cuello, y acercando mi boca a la suya.Lo siguiente que sucedió, en parte me sorprendió a mí misma, luis me ha dado un beso, como hacía tiempo no sentía. Con habilidad insospechada sus manos las metió entre mi bata y mi desnudo cuerpo, y apretó mi cuerpo al suyo. Yo nada más baje los brazos y mi bata fue a dar al piso de la sala, quedando nuevamente del todo desnuda pero entre sus brazos. Por un buen rato nos besamos, hasta que sentí contra mi vientre, su erecto miembro, que no sé en qué momento, ni como lo extrajo del pantalón. En esos instantes me sentía la mujer más dichosa del mundo. Yo a medida que aun nos besábamos le fui quitando su camisa, y de inmediato solté la correa de su pantalón y se lo ayudé a bajar de manera algo ansiosa. Sin muchas palabras, nos dirigimos a  mi habitación y a mi cama de inmediato. Ya en la misma, apenas me recosté, luis se colocó sobre mi cuerpo, su catira piel contrastaba con la palidez de la mía, sentí como ese miembro duro y fuerte entraba dentro de mi mojada vulva.En mi vida la había sido infiel a mi marido, ni aun en aquellas ocasiones que me enteré por medio de una de mis amigas de que Mario mantenía a otra mujer, la que ocasionalmente visitaba. Pero en ese instante no pensaba en Mario ni en sus infidelidades, solo pensaba en lo mucho que me estaba gustando lo que hacía con ese doctor y como se movía sobre mi cuerpo. Su nerviosa boca me chupó en innumerables ocasiones mis senos, mordisqueando mis pezones, y arrancándome lágrimas de felicidad.luis por un buen rato metió y sacó su miembro de mi vulva, hasta que de momento me pidió que cambiásemos de posición, cosa del todo nueva para mí en esos momentos, yo me recosté sobre mi vientre y sentí nuevamente como él tomándome por las caderas, me volvía a penetrar mi coño pero con mayor energía e ímpetu. Yo estaba que no cabía en mí de la felicidad que sentía, a cada empujón que él me daba con su cuerpo el mío respondía moviéndose más y más. Al punto que alcancé un orgasmo como hacía mucho tiempo que no sentía, definitivamente no era que amasé a mi doctor, es que estaba disfrutando plenamente lo que él me estaba haciendo, sin tapujos ni restricciones, gritaba de placer y le pedía que me diera más y más duro, a lo que mi amante respondía por medio de la acción inmediata.Aunque yo ya había alcanzado ese glorioso orgasmo, luis continuaba como si recién comenzara, con mucha energía y mucho entusiasmo, a tal grado que de seguro me contagié y continué moviendo mis caderas, como cuando era bastante joven y aun no había parido. Después de estar en esa posición con él de tras de mi cuerpo, y agarrándome por las caderas, apretándome contra el suyo. luis sacó nuevamente su verga de mi cuerpo, y colocándome sobre mi espalda, me tomó por los tobillos y separó mis piernas, para acto seguido enterrarme nuevamente todo su miembro dentro de mí. En mi vida había disfrutado de un orgasmo como el que anteriormente había sentido, pero cuando en esa otra posición luis continuó penetrándome, me sorprendí al disfrutar de un segundo orgasmo de manera casi seguida.Estaba tan feliz y contenta, que cuando luis sacó su miembro y lo dirigió a mi boca, no dudé ni por un instante en mamárselo, pero como una loca. Fue cuando lo escuché decirme, que le gustaría darme por el culo. Eso me paralizó, ya que a mi edad jamás ni nunca mi marido me había hecho eso, pero era tal mi calentura, que cuando lo escuché por segunda vez decírmelo, simplemente dejé de mamárselo y me acosté nuevamente sobre mi vientre, luis hábilmente mientras me comenzó acariciar mi coño con una mano, con los dedos de la otra me los fue introduciendo entre mis nalgas, al principio uno después otro, y así continuó hasta que me pareció que había dilatado lo suficiente mi esfínter como para penetrarme con su verga.La que sentí mojada por su propia saliva, como entraba dentro de mi esfínter. Su calor y dureza estremeció todo mi cuerpo, y por un buen rato luis continuó sacando y metiendo su verga dentro de mi culo, al tiempo que con una de sus manos me apretaba sabrosamente todo mi coño. No sé cuánto tiempo permanecimos así, disfrutando de esa salvaje manera de tener sexo. Hasta que después de un buen rato, luis volvió a sacar su verga de mi culo y como si yo fuera una muñeca de goma colocó su verga dentro de mi boca, sin escrúpulo alguno me dediqué a seguir mamando, sus manos enredadas en mi blanca cabellera movían mi cabeza hacia atrás y hacia adelante, hasta que un caliente y abundante chorro de su semen, llenó toda mi boca.Después de eso, luis simplemente se retiró dándome un pequeño beso en mi frente. Mientras que yo me quedé tirada sobre mi cama, con una cantidad de su leche chorreándome por mi rostro, pero bien feliz y contenta por la experiencia que había disfrutado. Al día siguiente, cuando me levanté llame a  dr luis hoy es dia de bruja te tendre una solpresa si vienes me vestire de bruja, esa noche se volvió a presentar en la piscina, donde como de costumbre, yo disfrutaba de un baño completamente desnuda.vestida de brujita me veia muy bruja  El nada más verlo hizo que mi corazón diera un salto de emoción, imaginándome de ante mano de todo lo que volvería a disfrutar entre sus brazos.A diferencia de la tarde anterior, luis actuó  confiado y seguro de sí mismo, al punto que nada más estuvo a mi lado, me llamó por mi nombre y sin perder tiempo me dio un fogoso beso de lengua, dejando en todo mi cuerpo con un deseo ardiente de continuar, al separarnos mi primera intención era llevarlo dentro de la casa y continuar donde habíamos quedado, pero él me detuvo y de manera lasciva, mientras sin vergüenza alguna me agarró mi coño, me preguntó. Amor ¿Te gustaría que te diera una sorpresa? A lo que deseosa de acostarme con, él sin pensarlo dos veces respondí sí, de manera insistente y repetidas veces. Nuevamente pero sin soltar mi coño, luis me dio otro profundo y embriagante beso de lengua, en el que entregándome completamente cerré mis ojos, pero al separarse luis de mi cuerpo, y volver a abrir los ojos, me encontré que estábamos acompañados otro hombres.Sin sacar su mano, de entre mis piernas, dijo. Pensé que te agradaría la sorpresa. Realmente no pensé yo en quienes eran, ni si conocían a mi marido, o no. La imagen que de inmediato vino a mi mente fue, el estar acostada con dos hombres al mismo tiempo, no sé cómo se me ocurrió algo así tan aberrantemente delicioso, pero lo que si se es que los dedos de luis dentro de mi coño, o la sola idea de estar con más de un hombre a la vez, me excitó a tal grado que después de darle un beso en la mejilla, le di las gracias por la sorpresa. Y de inmediato él continuó besándome salvajemente, mientras continuaba ya introduciendo prácticamente toda su mano dentro de mi coño. el recién llegados, no perdieron tiempo, en medio del patio donde está la piscina, se han quitado toda la ropa, y sentía sus manos y otras partes de sus cuerpos acariciando el mío.Yo me centré en luis y comencé a despojarlo de la camiseta que estaba usando en ese momento, de inmediato continúe con su pantalón, que al bajárselo me encontré frete a mi boca su erecto miembro, el que no dudé ni por un solo instante en ponerme a mamar. Mi euforia era tal, que ni cuenta me di, que el otro había colocado su cara entre mis muslos, solo cuando sentí su boca chupando mi coño deliciosamente, fue que reparé en su presencia, mientras que luis tomó una de mis manos y la colocó sobre su verga, la que de inmediato comencé a masturbar.  continué con muchas más ganas. luis se dio su tiempo para disfrutar de la buena mamada que yo le estaba dando, hasta que separó su cuerpo del mío, y ayudándome a levantar del piso, y dejando al que me mamaba el coño acostado, dijo.Ahora es que vamos a gozar, y tras decir eso me propuso que me  pusiera en cuatro, y de inmediato comenzó a nuevamente a introducir sus dedos dentro de mi nalgas, de cuando en cuando ante la mirada de luis me pasaba la lengua sobre mi esfínter arrancándome gritos de placer, después de lo cual me dijo que me sentase sobre su verga.Mi excitación era tal que obedecí de inmediato, y en cosa de pocos segundos, ya luis me estaba como dice él, culeando. luis me recostó sobre su cuerpo apretándome los senos, divinamente, fue en ese instante en que  sus amigos, dirigió su verga directamente a mi coño. Cuando comencé a sentirla, no cabía en mí de la alegría, y como una loca movía mis caderas al tiempo que sentía como el y luis, introducían sus vergas dentro de mi cuerpo. No pasó casi nada de tiempo, cuando luis, dirigió su verga directamente a mi boca,  no dudé en mamársela, por lo que a medida que se la chupaba, movía mis caderas y ellos me apretaban deliciosamente contra sus desnudos cuerpos.Hasta esos momentos pensaba que los orgasmos que luis hasta esos momentos me había hecho disfrutar la noche anterior, no serían superados por nada ni nadie. Pero al sentirme estar entre estos dos hombres con tanta energía, fue cosa de segundos que alcanzase el clímax. Casi llorando pero de la alegría, quería que nunca terminasen. Sé que por un instante pensé en Mario, mi marido. Pero de la misma manera que ese pensamiento apareció, desapareció al sentirme ensartada por esas dos vergas.Aunque de haber sido por mi hubiera deseado intensamente que continuasen hasta el fin de los tiempos, pero cambiamos de posición, quedándose luis bajó mis nalgas, metiendo y sacando su miembro una y otra vez. Hasta que me apretó con bastantes ganas al momento de venirse dentro de mi culo. No había él terminado de extraer su miembro de entre mis nalgas, cuando el segundo se me ha tirado encima, y casi sin darme tiempo a respirar, me ha introducido nuevamente su verga sin compasión dentro de mi mojado coño.Ante la mirada de luis y su otro amigo,  hizo las delicias de mi cuerpo. Yo me sentía como emborrachada pero de placer, nada más esperando que ese terminase para sentir dentro de mi boca la verga del su amigo. Como en efecto sucedió, a los pocos minutos. El resto de la noche no hubo cosa que luis y su amigo no me hubieran hecho, y que yo no haya disfrutado. Sus calientes comentarios sobre mi persona, me calentaban más y más, comentarios desde el que dice. Gallina vieja da buen caldo. A otros bien subidos de color, refiriéndose a lo bien que muevo el culo. Al punto que más que ellos, era yo quien disfrutaba intensamente todas esas pocas vergüenzas que me estaban haciendo Esa noche, no hubo cosa que los dos no me hayan hecho, cuando no se la mamaba a uno, cualquiera de los otros dos me daba por el culo o el coño de manera salvajemente sabrosa. Hasta me pusieron a que le diera el beso negro a luis, cosa que hice, con algo de  repugnancia al principio, pero al ver lo mucho que lo disfrutaba, continué introduciendo mi lengua dentro de su culo insistentemente. Ya estaba bastante agotada, con todo mi cuerpo hediondo a sexo, y con lamparones de semen por casi todo mi cuerpo. Al final en medio de un cierto desenfreno, cuando ya no podía disfrutar más, y me encontraba recostada en una de las sillas de la piscina. Comencé a sentir al principio un caliente chorro de algo líquido casi sobre mi cara y mi boca, casi de inmediato otro chorro similar, que caía sobre mi coño,  me caía sobre mi vientre. En fin me estaba dando un baño dorado como dijo después luis.

Cuando ya en la madrugada estaban por retirarse, se me ocurrió hacerle un buen regalo a luis y su amigo, así que antes de que se marchasen, fui corriendo a mi habitación y de una de las gavetas de la mesa de noche, saque buena parte del dinero que, Mario mi marido, me había dejado para que me fuese de compras al sambil. Al principio se negaron a aceptarlo, pero ante mi insistencia, me complacieron recibiéndolo.Hoy en día, me he dado cuenta de lo mucho que disfruto acostándome con hombres mucho más jóvenes que yo, que no me tengan compasión, y me den bien duro tanto por el culo como por mi coño. 

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Me Disfrace de Bruja

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el sexo para celebrarlo

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Par Dr luis miguel Hernandez - Publié dans : sexualidad
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Vendredi 1 novembre 5 01 /11 /Nov 14:51

Soy Una mujer cincuentona muy jovial jodedora como dicen por ahi pero muy recatada en el sexo solo habia probado un pene el de mi ex marido todo empezo cuando me invitaron la despedida de soltera de una amiga de mi amiga solo estaban  alguna señora, entre bromas me invitaron a una copa, a mi y a un par de machos mas que andaban por el bar. Acepte porque después de un día aburrido uno se agarra a un clavo ardiendo y me senté en uno de los sofás del bar a tomar una copa rodeado de varias señoras maduras recién cenadas y pasadas por la peluqueria y con un buen numero de tragos en el cuerpo.

Las que me rodeaban, Merche y Gracia frisaban los cincuenta, la primera llenita, sin ser obesa, con las típicas tetas gordas de las señoras maduras, rubia teñida y muy arregladita, con un traje chaqueta impecable, la segunda mas rotunda, decididamente gorda, con unas tetas que le llegaban al ombligo, blanca dentadura y la típica piel lisa y brillante de las gordas que llevan sus kilos con alegría.

-Esta noche coronas seguro –les dije

-Yo ya no estoy pa esos trotes –contesto presta Merche.

-Pa un buen trote si que estas las dos por mucho que lo niegues.

entre los obsequios de la fiesta 

estan los servicios de masajes eroticos al chocolate

dados por luis y francisco

-Muy lanzao va este masajista. ¿No te parece Merche?

-No es que sea lanzao es que nosotros estamos mu antiguas y nos escandalizamos muy pronto

-Ja ja ja¡

-Adonde voy a ir yo que en mis cincuenta y dos años solo he estao con mi marido

-Yo te gano por uno, tuve un novio en el pueblo antes de conocer a mi marido.

-Pos yo no entiendo como no aprovechas esta noche la ocasión, a ver tu eres de caracas y tu de Maracay estámos en isla margarita, no nos conoce nadie.

-Te has olvidao de dos cosas mu importantes.

-¿Cuáles?

-Todas estas son unas chismosas que se irán de la lengua si nos ven subir con un hombre a la habitación y suponiendo que nos arriesgáramos donde esta le pedimos la cita al masajista.

-No existen esos problemas, hombres y masajista disponibles hay, yo lo estoy nos dijo luis, jajaja. Y basta con darnos el numero de habitación y hacer como que nos vamos tristes y solos y después quedamos en mi habitación.

Gracia se levanta del sillón y pide una copa en la barra donde dos caballeros departen con una señora, quedándose allí.

-Hay que ver lo desahogaos que son los hombres. Lo rápido que lo arreglán todo. ¿Y que pasa con los mas de diez años que te llevo de diferencia? Además yo no le he sido infiel a mi marido nunca y desde luego no lo voy a hacer sabiendo que la Gracia se puede enterar y contárselo a alguien

El alcohol, ese viejo aliado para el acoso y derribo de las damas difíciles viene en mi auxilio en forma de chupitos, de licor sin apenas alcohol para mi, de whisky escoses 18 años para ella, sigo asediándola sin atosigarla, sin gestos que delaten mis propuestas, pero calentándola con ellas. y los striper y las jodederas de sexo de las fiesta de despedida de soltera confubulaban para que las mayorcitas se pusieran cachonda  y las señoras Estaban casi a punto y decido promocionar mis masajes y les recuerdo.

-Bueno, me voy a mi habitación, es la 401, una botella de vino y yo te esperamos .

-No pidas nada.

-Ya la encargué en recepción. No me vayas a hacer la descortesía de rechazar un brindis y mis deliciosos masajes.

-El brindis lo hago pero lo que tu buscas no lo hago.

-Un brindis y un poco de conversación. ¿A quien le hace daño? –pregunto a modo de despedida y me dirijo al ascensor.

Han pasado unos quince minutos y me he dado una ducha, estoy cómodo con mi pijama y nada debajo, dispuesto a no desaprovechar la ocasión de follar a una de esta madurita que solo ha conocido una verga y a la que posiblemente se le abran un abanico de sensaciones poco vividas si consigo darle y darme el gusto com mis candentes masajes. Suena el teléfono, Merche se excusa, no vendrá, no es de esas que esta a solas con un desconocido en una habitación de hotel y ademas esta la diferencia de años pero me doy cuenta que su llamada es una llamada de auxilio, necesita que yo crea que es una mujer decente, necesita que la convenza para dar el paso de presentarse en mi habitación y lo hago, exhibo todo mi arsenal de excusas y justificaciones para convencerla.

Pocos minutos después llama a mi puerta y cuando abro la encuentro nerviosa, la tomo del brazo y la meto en la habitación, uso el viejo truco de apagar el aire acondicionado así que cuando lleva unos minutos sentada en el sillón y yo en la silla, se quita la chaqueta del traje y deja ver una camisa blanca sobre la que trasluce un magnifico sujetador de encaje. Se que la precipitación es mi enemiga, bebemos vinos que alternamos con chupitos de Cardhu de una botella que me han regalado esa misma tarde, la verdad es que hago como que bebo pero luego suelto el trago en el lavabo o en una maceta, ella si, ella esta lanzada hablándome de sus hijos, del primer nieto que llegara dentro de cuatro meses y de lo bueno que es su marido, de la poca experiencia sexual que tiene, que ha visto dos peliculas pornos y que ya sabia que lo de los tamaños es porque son modelos seleccionados pero que además su Vicente nunca ha hecho con ella esas cosas y que ella se lo agradece.

-Venga ya Merche, la mujer con lo que mas disfruta es con una lengua en sus partes mas sensibles.

-Ya me lo ha dicho alguna amiga pero ya se me ha pasado la fecha.

-De eso nada.

-¿Tu crees? –me pregunta levantandose y dando una vuelta como si fuera una modelo, un pelin borracha.

Me levanto y me acerco a ella, la tomo por la cintura sin apretarla ni incomodarla y le digo que es una mujer preciosa, que tiene mucho que disfrutar todavía y mucho que vivir, ella me pregunta incrédula si de verdad le atraigo, me entran ganas de rozarle la verga dura debajo del interior para que vea como me atrae pero se que saldrá corriendo si lo hago, así que continuo el cortejo con las palabras dulces y sugerentes hasta que mis palabras en su oído son besos en su cuello, es pegar mis labios a su nuca y poder ver como sus pezones se hinchan bajo su sostén tomando un tamaño espectacular. De frente ante ella le beso en la boca y me mantiene el beso, sin colaborar al principio y compartiendo con ansia mi lengua y pegando sus tetazas, sorprendentemente duras, en mi pecho cuando comienza a calentarse.

Mis dedos se deslizan sobre su espalda, desabrocho sin prisas su camisa mientras continuo sobando sus tetas sobre la tela y acarciandole la espalda y la cintura, el tamaño de sus pezones es tremendo, el mayor que vi en mi vida, mi verga empalmada palpita entre mis piernas imaginándolos bajo el sujetador, en el momento adecuando suelto el broche y sus dos tetas morenas, espléndidas, de pezón también moreno, gordo, que sobresale casi dos centímetros. Lo llevo a mis labios y le paso la lengua, lamiendo, por la parte inferior del mismo, comienza a apretar mi cabeza sobre las tetas gigantescas, meto todo el pezón en mis labios y succiono rico mientras le paso la punta de la lengua por la punta del pezón y aprieto sus nalgas, ella suspira apresurada.

A pesar de sus reticencias consigo tumbarla en la cama, con las tetas al aire y la falda y las bragas puestas, yo con el interior semiabierto ya no me preocupo de disimular mi erección y le rozo las nalgas y me pego a ella, mientras sigo besándola, chupándole las tetas, mamadonselas y por fin, le pongo la mano sobre mi rabo duro y le meto los dedos en su mojadisima raja, localizándo el clítoris y haciéndola correr como una perra salida en cuestión de minutos, después de su primer orgasmo, antes de que decida que ha llegado demasiado lejos le quito las bragas, meto mi cabeza entre sus piernas y comienzo a comerle el coño. Las cosas como son el coño de una mujer de cincuenta años esta rico si eres de los que te gusta comer coño, si no lo eres puede que su sabor y su olor te parezca demasiado fuerte, mucho mas que el de una jovencita. A mi, decididamente, me gusta comer coño, me gusta su sabor, su olor y sobre todo me gusta ver estremecerse de gusto a Merche con una serie de corridas encadenadas mientras suelta sonidos guturales y aprieta mi cabeza entre sus piernas rollizas pidiéndome que no pare. La sensación de comerme este coño moreno depilado, al natural,  y sentir a su dueña correrse casi entre convulsiones es maravilloso.

Me incorporo y me pongo entre sus piernas, rozando con la punta de mi verga en su clítoris y en los labios de su coño abierto y corrido, el olor de sus corridas impregna la habitación y me la pone mas dura todavía.

-¡No por favor¡ ¡no me la metas¡ -Me dice, mientras su coño se traga cada centímetro de mi verga hasta las pelotas, cuando la siente toda dentro respira profundamente y siento como aprieta su vagina, mucho mas apretada que el de otras mujeres de su edad a las que he follado.

-Me la siento mas profunda que nunca, mi marido no ha llegado tan dentro.

Comienzo a bombearla y a la tercera clavada ella gime descompasada y mi verga parece flotar en el mar de flujos en el que se ha convertido su coño, siento sus jugos empantanando mis pelotas, mi pubis y mi verga mientras le chupo las tetas con ganas, comienza a contraer su coño en otra corrida, puedo sentir otra vez como destila zumo de coño hasta que me corro en su madura raja. Ella tiene las piernas abiertas sobre mis riñones, apretando su coño abierto y peludo como una ventosa sobre mis pelotas y dándome un beso de lengua, cuando le doy un pellizco en su pezón se estremece de nuevo y siento de nuevo en mi menguante rabo los apretones de su vagina corriéndose.

Limpio sus lagrimas de arrepentimiento y evito su huida convenciéndola de que necesita una ducha, lleva el coño encharcado por mi leche y su zumo, sus pezones brillan bajo la luz con el brillo de mi saliva. Se tapa, avergonzada por lo que ha hecho,  y se dirige a la ducha pidiéndome que  la acompañe, me conozco la estrategia y también conozco la contraestrategia, la dejo sola en el baño pero evito que cierre el seguro y cuando esta en la ducha, excitado por el morbo y el estimulo de mis dedos, me meto con ella con la verga empalmada de nuevo, se pone reticente pero en segundos acepta que le enjabone la espalda y las nalgas. Acto seguido tiene dos dedos metidos en el coño, otro en el culo y mis labios chupan con fuerza de su enhiesto y durisimo pezón moreno. Ella sorprendentemente se libera de mi abrazo y se agacha ante mi, dentro de la ducha, comienza a mamarme la verga torpe pero cariñosamente. Despues de unos minutos de toma de contacto con un rabo en su boca, toma el bote del leche hidratante, del kit de aseo del hotel, y comienza a untar mi rabo, se incorpora y me unta leche hidratante en los dedos, tardo segundos en reaccionar, Merche me esta pidiendo que le lubrique el agujero trasero, esta dispuesta a probar esas cosas que no ha probado en veinticinco años de matrimonio, siento sus dedos deslizarse por mi verga empalmada mientras su culo acepta un dedo entero, deslizándose en su interior, con alguna dificultad consigo meterle un segundo dedo, los mismos que tiene dentro de su coño, mientras que le chupo las tetas ávido y ansioso, siento su mojada en mis dedos y siento su hoyito dilatado que se presta con sus contracciones al juego que mis dedos le proponen. Creo que esta lista.

Salimos de la ducha. La tumbo en la cama, boca arriba, con varios cojines sobre sus caderas que elevan sus nalgas, le pido que se masturbe y tímidamente comienza a hacerlo mientras le chupo las tetas alternativamente y apuntando la verga empiezo a presionar la cabeza en la entrada de su culito. Lo tiene dentro. Ahora llega el vaivén de la folladita suave, sin meter ni sacar, solo el vaivén, hasta que ella me sigue el ritmo y poco a poco, dos pasos adelante, uno atrás, le tengo clavada toda la verga y ella sigue empujando como si quisiera tragarse hasta las mismas pelotas por su culo. La corrida de su coño es desaforada, me llega a la raíz de la polla y los huevos y contribuye a la lubricación de la follada, ella me siente bien dentro y la estoy clavando bien clavada, sacando rabo de su culo y metiéndoselo hasta las pelotas en rabiosas embestidas, le pego tirones imposibles a sus pezones y ella grita de gusto.

Cuando me ve a punto de correrme me suplica que la saque, lo hago, me lleva cogido de la verga al baño, me lava bien lavado, se sienta sobre la taza del water y me pide que me pajee y me la menee en su cara.

-Ya puesta quiero probar el sabor de la leche de hombre.

Le paso la verga por la cara, masajeandome la base de los huevos mientras ella me lame todo el carajo, esperando mi corrida, como ida, con la boca abierta, le aviso y veo sus ojos abiertos que miran fijamente como la leche caliente sale de la punta de mi verga, deja caer en su cara y en sus labios las dos primeras andanadas y sus labios se sellan en el champiñón de mi rabo, succionando con fuerza, sacando placer y leche de hombre de mis pelotas y tragándose la primera corrida de hombre de su medio siglo de existencia.

A pesar de que insisto para que se quede no lo hace. Le esperan en el hall del hotel a las nueve de la mañana y ya son las cuatro de la madrugada. Entre besos y abrazos nos despedimos. Aprecio en su mirada un sincero agradecimiento por el placer recibido. El agradecimiento es mutuo.

A las ocho de la mañana suenan golpes en la puerta de mi habitación. Me levanto casi desnudo y abro. Es Merche.

-No he dormido en toda la noche pensando lo tonta que soy por no haberme quedado contigo. quiero los masajes y fotos para guardar un rico recuerdo me entrego su camara y le hice muchas fotos Si no estas enfadado tenemos cuarenta y cinco minutos. Dicho y hecho, con la maravillosa trempera que me acompaña todas las mañanas desde mi adolescencia, le doy de mamar verga y le follo el culo, no solo me lo ofrece a cuatro patas sino que con su mano guía mi verga por el conducto adecuado, corriéndome en sus entrañas como despedida.

 

 

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Par Dr luis miguel Hernandez - Publié dans : sexualidad
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Dimanche 27 octobre 7 27 /10 /Oct 16:25

Estaba muy aburrida frente a mi pc coloque en google masajes al chocolate en isla margarita y me aparecio http://www.vivastreet.com.ve/masajistas+margarita/masajes-al-desnudo-para-mujeres-mayores-de-50/69537946

le solicite al masajista que viniera a mi casa mi vagina necesitaba un rejuvenecimienton

luis llego a mi casa en la asuncion lo hice pasar coloco sus aparatos y procedio a darme unos ricos masajes y a depilar mi sexo que sensacion mas rica

yo estaba totalmente cachonda esperando mi final feliz  

Cuando luis terminó su trabajo se desnudo y me abrazó  y coloco un pañuelo al rededor de sus ojos pude notar su pene en erección contra mis nalgas, restregó su cuerpo contra mi y abrazándola desde atrás la llevó hasta el cuarto de baño. Ella no sabía que pretendía llevándola fuera de la habitación, pero despejó todas sus dudas cuando una vez cerca de la bañera él abrió el grifo y la hizo meterse.

Estaban ambos debajo del chorro del agua cuando él, siempre detrás de ella, empezó a jabonarle todo su cuerpo. Estar detrás de ella le daba sensación de poder, de llevar el mando de la situación, además de darle la oportunidad de poder restregar su pene contra las nalgas de ella, que tanto le excitaba.

Empezó a darle jabón desde el cuello, lo hacía recreándose en ello, haciendo infinita cada caricia, ella disfrutaba sin saber que hacer con sus manos, él no le permitía tocarlo. Sus caricias cobraban intensidad a la vez que descendían por su cuerpo. Con las piernas abiertas le permitía acariciar cerca de su clítoris, donde no tardo en llegar e hizo que saliera de su boca un tímido gemido de placer, seguía acariciándole los labios y de vez en cuando dedicándose a su clítoris. En el momento menos esperado ella sintió como le penetraba con un dedo -ahhhhhhh!-, esta vez el gemido fue más intenso, ella se sentía excitadísima, absorta en disfrutar del momento, se excitaba más por momentos y al primer dedo le siguió el segundo y sin dar tregua un tercero que le hizo gemir aun más intensamente -ahhhhhhhhhhhhhh!, a punto de llegar al éxtasis, mientras él se regodeaba acariciando aquel cuerpo que ahora era solamente suyo. El sacó sus dedos mientras con la otra mano seguía acariciando la nuca de ella, y le mandó callar cuando rota por la excitación le pedía que continuase.

- ¡Sigueeeee!, ¡por favor!, ¡sigueeee!, ¡nooooo! – Calla!, mujer!, te gusta demasidado!

Se separó de ella un instante, que la desconcertó, no podía ver donde estaba o que intentaba hacer, sin embargo disipó toda duda cuando sintió que le sujetaba por la cintura, le giraba e inesperadamente le clavaba su pene dentro de la vagina y lo sacaba nuevamente, solo necesitó que él repitiera esto un par de veces más para sentir que le flojeaban las piernas y el primer orgasmo de la tarde recorría su cuerpo.

Él mantenía su erección mientras salían de la ducha y le secaba todo su cuerpo, ella seguía con los ojos tapados, sólo podía sentir como le recorría con la toalla y como cada caricia seguía excitándole cada vez más, terminaron de secarse y le condujo de nuevo hasta la habitación, una vez allí le dijo que era su turno y le pidió que se arrodillase, ella ya sabía lo que tenía que hacer. Sintió como algo rozaba su cara, sin poder usar las manos sólo podía esperar a que él decidiese acercárselo a la boca, así lo hizo.

Ella lamía la punta de lo que sin duda era la verga de él, estaba muy suave y ella disfrutaba de la situación, de vez en cuando dejaba resbalar sus labios a lo largo del pene para metérselo en la boca y acariciarlo dentro con la lengua, la metía y sacaba de la boca, él sujetaba su cabeza, aumentando el ritmo. Notaba que cada vez estaba más dura, él estaba excitadísimo y ella sentía que se correría de un momento a otro.

Era él quien dominaba la situación, quien agarrándola de la cabeza imponía el ritmo de la mamada, notaba como la polla llegaba a tocarle la garganta y le producía alguna arcada que aguantaba para complacer a su amante y porque le encantaba tener dentro de la boca aquella polla que aun no había visto, unos segundos después ella tenía la boca llena de una inmensa corrida, que no dudó en tragarse completamente. Después, sin necesidad de que él lo pidiese, comenzó a limpiar su pene con delicados lametones que no dejaban que la erección de él llegase a su fin.

La levantó del suelo y la sentó a su lado en la cama, abrazándola, una sonrisa de cada uno bastó para dar a entender al otro que había sido genial, pero que ambos querían más, se recostaron en la cama

 

 

 

 

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Par Dr luis miguel Hernandez - Publié dans : sexualidad
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