Consejos para tener buensexorápido. Si tenemos una vida demasiado ajetreada, y no llegamos a tener tiempo para tener una larga sesión desexocon nuestra pareja, la mejor opción no es renunciar al sexo, sino tener fast sex. Es decir, relaciones sexuales rápidas.

Tenersexocuando no hay mucho tiempo y encima estáis cansados no siempre será espectacular, pero al menos mantendrá vuestra libido alta y la conexión entre vosotros.
 

Evidentemente, no tendréis mucho tiempo para dedicaros a juegos preliminares antes del sexo, con lo que la mejor opción a vuestro alcance es calentar el ambiente durante el día y en la distancia. Llamadas, sms, wpp, fotos o mails subidos de tono os ayudarán a a estar listos cuando os encontréis.

También es importante que en estas ocasiones no perdáis el tiempo experimentando: la postura que mejor os va a los dos, los puntos erógenos que siempre funcionan, los besos y palabras que más os excitan… Elsexooral también puede ser una buena opción cuando uno de los dos no tiene ganas desexopero quiere complacer al otro. Además, la imaginación sexual se convertirá en tu mejor aliada para aumentar rápidamente tu excitación y despertar tu libido cuando tu pareja te pille por sorpresa. Incluso está permitido pensar en otras personas…

Cuando elsexoes rápido y la estimulación resulta insuficiente puede ser muy recomendable tener a mano un lubricante para facilitaros las cosas. Pero hay muchos másaccesorioseróticos que pueden serviros para disfrutar más y conseguir el orgasmo fácilmente: desde geles frío-calor para potenciar las sensaciones hasta anillas para él o vibradores para ti, tener un kit de juguetes para adultos os ayudará mucho en vuestras prácticas sexuales más rápidas.

Reconocer que nos gusta el sexo. A todo el mundo nos gusta elsexopero, sin embargo, hay personas que se resisten a reconocerlo, porque creen que es algo malo. Estas personas que no pueden aceptar con libertad su inclinación a algo tan natural como elsexodeberían preguntarse qué es lo que les lleva a actuar de esta manera.

Tanto aspectos sociales como individuales pueden hacernos dudar de que sea positivo reconocer nuestra inclinación al sexo. Por ejemplo, en la religión existen prohibiciones y limitaciones a la sexualidad, que son impuestas como condición de pertenencia y fe.
 

¿Por qué nos gusta el sexo? – Curiosity por muchosdocumentales

También hay personas que sienten miedo ante elsexoporque lo ven como una manera de transmitir enfermedades de transmisión sexual (ETS) o de caer en lo que ellos creen que son obsesiones y perversiones.

Además, para evitar el miedo alsexodebemos hacer un enfoque integral de la sexualidad,tal como se define en relación a lo específicamente humano. Enseñar que la sexualidad tiene que ver con el placer, y que el placer está asociado al deseo es una asignatura pendiente en muchos ámbitos educativos.

Por otra parte, el miedo al contagio de enfermedades tuvo su auge con la aparición del SIDA. Con la aparición del HIV también se reavivaron las propuestas de abstinencia que habían sido la tónica de décadas anteriores. Pero se desarrollan también fuertes campañas para el uso de protección que permita vivir la sexualidad con placer, libertad, responsabilidad y respeto por sí y por el otro.

En conclusión, no debemos avergonzarnos de reconocer que nos gusta el sexo, siempre que lo ejerzamos con el debido cuidado y respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás es una buena elección. Lo malo es lo que te perjudica o lo que perjudica a los demás.