Luis, ese era su nombre.
Así se llamaba. Cuando lo recuerdo, no pude evitar empaparme entera. Su solo pensamiento agita todas las fibras de mi ser…
Creo que debo
presentarme. Me llamo Estefanía, pero desde pequeña todos me llamaron Tiffany, nombre que en la actualidad aún usan, y que con el tiempo pues se ha quedado y ahora solo respondo cuando me llaman
así. La historia que voy a narrar ocurrió hace poco a mis 66 tiernos añitos recién cumplidos.
Luis me hizo en
carnavales una propocion de sexo habíamos quedado en disfrazarnos Decidí disfrazarme de latex , con el uniforme sexi, incluyendo una peluca estilo morticia
Luis al verme tragó
saliva, como si se hubiese atragantado. Me lanzó una mirada al ver que sin querer golpeé una pequeña lámpara de la mesita que teníamos al lado, cayendo al suelo. Me disculpé y la recogí pero
dejando mi trasero en pompa todo para él. Estaba toda inclinada sobre el sofá, con mi culito a su disposición. Tardé algo más de lo debido, pero finalmente, vencí: una mano se coló debajo de mi
faldita y me acarició.
Perdí el juicio y me dejé
hacer. Aquella potente mano me estaba derritiendo de gusto y me encantaba: sus dedos hacían maravillas por encima de mis braguitas y me daba un gusto tremendo. Con todo el atrevimiento del mundo
me quitó la faldita y me siguió hurgando. Se acercó a mí, y me besó.
Fue el primer beso de mi
vida y nunca me volvieron a besar como esa tarde. Intenso, sensacional, apasionado, húmedo, caliente, sensual, excitante…una amalgama de sentimientos y sensaciones traspasaron todo mi ser cuando
me besó, y luis sabía besar muy bien. Su lengua buscaba la mía para jugara un juego al que yo nunca había jugado, pero al que de algún modo, sabía como responder. Tomé la delantera y comencé a
corresponder, a luchar a ese beso, a participar. luis puso sus manos en mis hombros y las bajó poco a poco hasta llegar a mis tetas, encerradas dentro de la camisa. Comenzó a sobarlas, sin dejar
de besarme. Por mi parte, me encontraba fuera de mí misma, perdida a merced de aquel hombre al que deseaba con todas mis fuerzas. Mi cuerpo comenzó a arder bajo mi ropa, mientras sentí mis
pezones endurecerse de placer. Sus expertas manos los acogieron a pesar de la camisa, y los pulgares jugaron con ellos cuanto quisieron. Mi cuerpo me pedía más, y no podía dejar de gemir…
-Aaaaaah aaaaaaah
aaaaaaaah…sigue mi amor…no te pares…me gusta…
-Eres preciosa
Tiffany…estás buenísima…¿sabes que me provocabas con tu faldita la otra vez?, ¿sabes cuanto quería cogerte?...ahora no te escaparás…
-Sí mi amor…no quiero
escapar…quiero que me hagas tuya…
-¿Estás segura de querer
hacer esto-me preguntó-?.
-Segura no, convencida…no
pienso irme de aquí…te deseo…
mi excitación era
demasiado grande
Le cogí del brazo y lo
atraje hacia mí. Llené su cara de besos y de caricias.
le oí a decir "Ya verás
lo que te voy a dar" antes de lanzarme al sofá de nuevo. Sus besos se hicieron mucho más fuertes y sus manos, en un abrir y cerrar de ojos, mandaron mi faldita lejos de mí. Me hurgó con fuerza
por encima de las braguitas, excitándome. Mi expresión de placer le encantaba, no paraba de decírmelo. No sé como, una de mis manos se fue a su entrepierna, y noté algo muy duro que palpitaba,
que pedía a gritos salir de allí.
-¿Así que quieres mi
verga?...Pues verga te voy a dar…
-¿Qué vas a
hacer-pregunté con un poquito de miedo-?.
-Si me quieres para
ti…tendrás que pagar el precio…ahora toca esto…
Se bajó los pantalones y
se quedó desnudo. Mis ojos se abrieron de golpe.
-¡¡DIOS MIO!!. ¿¡QUE COSA
ES ESA!?.
Apuntándome como si fuera
un arma su gran tranca se mantenía firme y dura. Él ni siquiera tuvo que decirme nada. Me acerqué movida por la curiosidad y la toqué con mis manitas. luis respondió con gemidos y jadeos de
placer. Me animé y seguí tocando, palpando aquella carne ardiente. Me dijo "chúpala", y aunque lo había hecho a mi edad tenia tiempo sin probar una rica me agaché y comencé a pasar mi lengua por
ella. Su calor abrasaba mi paladar y antes de saber como, ya la tenía en mi boca, casi llegando a mi campanilla. Me encantaba mamársela, lo confieso. Solo por ver su cara de felicidad merecía la
pena tragarse todo aquello. Mi lengua se enroscaba a su potente manubrio para venerarlo y mimarlo. Me ayudé con una mano para ponerle más cachondo. De golpe se paró y me dijo: "Casi me haces
gozar. Espera que aun falta mucho por hacer". Dicho lo cual, rompió mis braguitas en pedazos y las lanzó fuera. Cerré mis piernas por instinto, pero con solo acercarse a mí las abrí, me eché en
una especie de diván y él se me echó encima con furia salvaje. Juro que jamás me habían hecho algo tan maravilloso hasta aquel momento: luis me estaba lamiendo mi rajita con una pasión incesante,
mientras yo jadeaba como una loca. Además, la situación era excitante, ya que él estaba totalmente desnudo y yo "casi" vestida: solo mi entrepierna estaba al descubierto para que él hiciera lo
que quisiera.
-Mmmmmmmm mmmmmmmm ooooooh ooooooooh oooooooooooh…
-Que rica estás
Tiffany…Tu rajita sabe a gloria….es deliciosa…que jugos…
-¿No te…no te da
asco?...Con el pelo y eso…¿no te asquea?..aaaaahh…
-Para nada...Esto nos
encanta a los hombres…chupar una rajita como ésta…
-Pues chúpame…chúpamelo
todo…bébetelo…devórame…ooooohhhhh….
Que gustazo de lametones,
no quería que parase nunca. Notaba como su lengua iba y venía por toda mi rajita ya empapada de mis propios jugos que él bebía con gran devoción. Ni siquiera podía pensar. Solo quería seguir
disfrutando.
-Ay aaayyy aaaayyyy…dame
lengua vidita mía…dame gusto del bueno….
-Te lo voy a dar
todo…Mmmmmmm que niña ésta…que zorra es...
Aquello me excitó, que me
llamara su zorra. Fue como añadir leña al fuego, pues mi calentura, ya grande de por sí, aumentó hasta nuevas cimas. Cuando se dio por satisfecho, dejó de lamerme para mirarme de arriba
abajo.
-Mmmmmmmmm…muy bien
Tiffany…ahora vas gozar como mujer madura que eres…
-¿Me va a doler?.
La inocencia de mi
pregunta, lógica por otro lado, le pilló de sorpresa. Noté una mueca de satisfacción y orgullo en él.
-Solo un poco, a lo
primero, y luego todo será placer, placer del que vas a disfrutar como una gata salvaje…Ahora, ¡¡túmbate!!:
Obedecí sin rechistas y
me eché muy acomodada para él. Con su mano guió su poderosa tranca al principio de mi rajita e hizo fuerzas. Aquello me dolió, más aún cuando consiguió penetrarme de un solo golpe. Me ensartó con
tal fuerza que comencé a gritar, pero él me besó para acallar los gritos.
- tranquila-dijo
acariciándome la cabeza- pero era lo que debía hacer para que sufrieras menos. Ahora déjate llevar.
-Noooo paraaaaaaaa me
duele…No sigaaaaaaaassssssssss……
-Esto querías y esto te
voy a dar. Luego me lo agradecerás. Menea las caderas.
Comencé a menearla y
acompasaba sus acometidas dentro mío. A pesar del dolor me sentía realizada, ya que por fin la tenía entre mis piernas, todo para mí. Su bombeo comenzó a ser maravilloso, yo gozaba sin parar
mientras luis estaba con cara de haber ganado el premio gordo en una rifa. Me daba besos, caricias, jadeaba al compás de nuestra danza amatoria,.
-Aaaaaaah aaaaaah
aaaaaaaah aaaaaaaaaah…voy a gozar mi amor…dame un poco más que voy a gozarlo todo…
-Y lo que te queda por
saber. Buffff que cuerpazo, quien tuviera dos manubrios para tener a la vez tus dos agujeritos. No pararía nunca de follarte.
-Uuuuuuuummmmmmmm
aaaaaaaah lo gozo lo gozoooooooo…
-Espera un poco…estoy
casi a punto…no goces aún…aguanta…
-No sé…si
podré…aaaaaaaaaam aaaaaaam aaaammmmmm aaahhhhh…
-Ya está…dale
Tiffany…goza conmigo….gozaaaaaaaaaaaa AAAAAAAAHH…
-UUUUUMMMMM YA GOZOOOOOO
AAAAAAAARRRRRGHHHH…
Con sus últimos
movimientos, gozó dentro mío y sentí como su leche me inundaba hasta el último rincón de mi cuevita húmeda y desvirgada por el tiempo que tenia sin usarla esta como virgen. Sin salirse de
mí se echó encima y le abracé. Nos besamos, acariciamos y mimamos un buen rato. Con sus manos me cambió de posición y me puso encima suyo diciéndome que ahora me tocaba a mí moverme. Como fiel
esclava comencé a sentir como yo misma me clavaba esa verga sabrosona dentro mío. Yo tenía el control y el poder, y me encantaba. Me estaba perforando yo misma con su potente martillo, que rico.
Mi amor, mientras tanto, se limitaba a dejarse hacer por mí. La cabalgada era infernal, deliciosa, ¡¡soberbia!!. Una vez más gozó y volvió a inundarme. Estuvimos así tanto tiempo que me pareció
una eternidad. Aprendí el arte de mamar un rabo de hombre, de usar mis nalgas como otra fuente de placer y de usar mis manos para dárselo a él. Mi amante y maestro me enseñó de forma magistral,
la primera de las muchas lecciones que me quedarían por saber.
Luis me dijiste cuando lo
hicimos . Que ojalá tuvieras dos para tener mis agujeros para ti a la vez. Tengo un arnex pontelo con esto podrás. Podrás meterte en mi rajita y en mi culito a la vez, e incluso alternarme si t
pones la falsa por encima o debajo de la tuya.
Puedo asegurar que nunca vi a un hombre iluminársele tanto la mirada. Se lo puso de inmediato y se pasó toda la tarde perforándome a dos bandas. Es sensacional la doble penetración. Me hizo
mujer, pero mujer de verdad, con sus dos trancas dentro de mí, alternándolas para probar posturas nuevas. Espero que mi historia os haya gustado, a mi me ha encantado revivir los recuerdos de
cómo conocí a luis todo un semental que me sabe hacer gozar como nadie en el mundo. Ese es mi luis, mi semental desvirgador…
